Se trata de trabajar con lo que tenemos: unas hormonas que pueden ponernos feliz de un momento a otro
Redacción
Uno de los principales motores que mueve a la humanidad es la búsqueda de la felicidad. Desde la antigüedad, filósofos, escritores, artistas e intelectuales han dedicado páginas y obras enteras a este tema. Sin embargo, en épocas más recientes un nuevo colectivo de expertos se ha unido a los que tratan de entender la felicidad, solo que esta vez enfocan sus estudios en la bilogía del cuerpo, especialmente en lo que algunos suelen llamar «el cuarteto de la felicidad» o «las hormonas felices».
Neurocientíficos y endocrinólogos se han propuesto averiguar el proceso biológico que nos conduce a sentirnos felices y cómo han de actuar si quieren disparar ese sentimiento.
Nuestro cuerpo contiene 4 elementos o neurotransmisores cuya química nos conduce a ese sentimiento tan anhelado y a veces poco experimentado llamado: felicidad. La activación de cualquiera de estos elementos nos produce ese efecto y por eso se les conoce como «el cuarteto de la felicidad». Se trata de cuatro hormonas que son ampliamente conocidos en el mundo de la ciencia: la endorfina, serotonina, dopamina y oxitocina.
Endorfinas
Las endorfinas son la sustancia química que más libera el cerebro cuando realizamos ejercicio físico. Las endorfinas regulan el apetito, mejoran el sistema inmunológico, son potentes analgésicos, reducen la depresión, regulan el sueño y aumentan la actividad sexual. En todo caso son un analgésico natural, y son las que menor tiempo llevan descubiertas, tan solo 40 años. Si tuviéramos que resumir el papel de las endorfinas dentro del cuarteto de la felicidad, te diríamos que son la euforia.
Para liberar endorfinas es importante el ejercicio regular y especialmente la risa, pero aquí te daremos una fórmula especial: no te tomes nada personal, canta, baila y sobre todo disfruta de los beneficios de la música. Como dato curioso sobre el cuarteto de la felicidad te contamos que, reírnos e incluso la anticipación de la risa (como cuando vamos a ir a ver un espectáculo en el que sabemos que nos reiremos) son esenciales para controlar la ansiedad. También se liberan endorfinas a través de la aromaterapia, el chocolate amargo y las comidas picantes. ¡Todas estas actividades son un deleite!
Serotonina
El segundo componente de nuestro cuarteto de la felicidad es el responsable de nuestra sensación de bienestar. El 80% de la serotonina de nuestro cuerpo se sitúa en el intestino y tiene un efecto general sobre nuestro estado de ánimo. Los investigadores afirman que por este motivo podemos afirmar que la comida nos hace felices y si seguimos una dieta adecuada liberaremos serotonina de una manera saludable.
La serotonina también genera buen humor, optimismo, habilidades sociales y de comunicación, sobre todo, porque con ella, te sientes cómodo en cualquier lugar. Un dato curioso sobre esta hormona es que, si te sientes triste o solitario, tu cuerpo te está indicando que no hay serotonina en él. Para el cuarteto de la felicidad, este componente podría resumirse en la libertad y la sensibilidad. Así que una buena receta para obtenerlo será:
Principalmente, exponerse a la luz del sol, recibir masajes, practicar la empatía y la gratitud. Asimismo, los alimentos ricos en vitamina B6 que contienen triptófano como la coliflor, la piña, pescado, espinacas, huevos, queso o pavo liberan serotonina.
Para aumentar los niveles de serotonina es importante valorar pequeñas cosas placenteras de la vida como la música o el tiempo pasado al aire libre. Si se convierten en rutina, los niveles de serotonina aumentarán inmediatamente.
Dopamina
La dopamina se libera cuando hacemos algo que nos hace felices, esa frase la tenemos muy incrustada en nuestro cerebro, porque nos han enseñado que la dopamina se trasmite de neurona a neurona por el cerebro y luego por todo nuestro cuerpo.
Sin embargo, esta sustancia cerebral tal vez sea la más profunda de las que conforman el cuarteto de la felicidad. ¿Te preguntarás por qué? Bueno, se suele asociar con el sentimiento del enamoramiento, el bienestar y las sensaciones positivas de logros alcanzados.
Como supondrás, la dopamina es esencial para que tengamos motivación, ganas de hacer las cosas y por supuesto, mucha, mucha energía. Se considera que las actividades que más dopamina generan son: amor, lujuria, atención y adicción (todas inmersas dentro de las curiosidades del sexo).
Las adicciones se relacionan con la dopamina porque esta se libera no solo con la acción sino también con la anticipación. Bajos niveles de dopamina generan duda, la falta de entusiasmo y postergación de las obligaciones. Para aumentar la liberación de dopamina podemos fijarnos pequeños objetivos en lugar de grandes metas y a través de la consecución de estos conseguiremos sentirnos felices.
Oxitocina
Pasamos a la última, pero no menos importante sustancia del cuarteto de la felicidad. Esta hormona suele estar relacionada cono los comportamientos maternales y los apegos, por tanto, suele ser asociada a los vínculos emocionales. En resumen, es la hormona de la confianza y la empatía. Cuando tu cuerpo tiene esta hormona presente en grandes cantidades, tiendes a ser sincero, a tener confianza en ti mismo y en los demás.
Liberamos oxitocina cuando somos generosos y cuando interactuamos con personas que nos gustan y con aquellas en las que confiamos. Durante el ciclo menstrual femenino la progesterona altera su recepción y eso puede conducir a alteraciones del estado de ánimo.
Ahora bien, para generar el último ingrediente de la receta solo necesitarás seguir los siguientes pasos: come chocolate amargo, mantén pensamientos positivos y da abrazos que duren al menos 20 segundos. Con ellos descubrirás que la oxitocina fluirá como la sangre en las venas.
Fuente: Mayormente