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    Kacoliris y su lucha por preservar una rana patagónica en peligro de extinción

    El investigador argentino ha sido premiado por el Fondo Whitley para la Naturaleza (WFN) de Gran Bretaña

    Redacción

    Fue un viaje al norte de la Patagonia, el hábitat de la rana más amenazada de su país, lo que marcó su rumbo. “Decidimos hacer un viaje a la Meseta de Somuncura donde se encontraba esta especie única. Sobre todo nos asombró el lugar donde vivía esta ranita: un pequeño arroyo termal en el medio de la Patagonia árida. Ahí fue cuando nos dimos cuenta de la situación tan compleja que esta especie enfrentaba y decidimos en conjunto iniciar un proyecto para salvarla de la extinción”, cuenta el científico.

    Esas cabeceras son como un oasis en medio del desierto, con agua cálida y vegetación abundante. Pero la rana del rincón enfrenta dos grandes amenazas: la introducción de truchas en el arroyo Valcheta y el impacto del ganado sobre la vegetación del arroyo, explica el investigador.

    Kacoliris y sus colegas de la Fundación Somuncura protegen y restauran el hábitat de la especie con diversas acciones, como crear santuarios (sitios cercados donde no entra el ganado) y áreas protegidas.

    “Las truchas fueron introducidas hace casi un siglo y rápidamente se volvieron el predador tope del arroyo. Las truchas causaron que las ranas y las mojarras endémicas tuvieran que refugiarse en unas pequeñas y aisladas porciones de hábitat”.

    “Pero incluso en esos pequeños y aislados hábitats donde se esperaría que las especies endémicas prosperen, están declinando por causa del ganado que destruye la vegetación costera y pisotea el arroyo dejando a las ranas sin refugio y sin hábitat para reproducirse”.

    IMPACTO

    “Fuera de las áreas protegidas, los pobladores locales históricamente mantenían rebaños de ovejas como principal actividad económica, pero debido a la predación por pumas o zorros andinos pasaron a criar vacas, que tienen un impacto mayor en el ecosistema”. “Los perros guardianes permiten a los pobladores seguir criando ovejas sin sufrir pérdidas importantes. Y también evitan que los ganaderos acaben matando pumas y zorros”.

    “Es muy importante poder monitorear a las ranas reintroducidas y seguirlas en el tiempo para saber si la población se está recuperando. Para esto, las marcamos individualmente con elastómeros visibles. Estos son biopolímeros inertes e inofensivos para los seres vivos, que permiten mediante combinaciones únicas de colores, identificar a cada rana individualmente”.

    Estamos conservando una historia de millones de años

    F. KACOLIRIS

    “En este sentido, cada individuo presenta una especie de tatuaje en sus piernas, pequeños puntos con una combinación única de colores. Cuando los chicos de la escuela participan de las liberaciones, cada uno adopta una ranita y le da un nombre”.

    Algunas personas le preguntan, ¿y qué valor tiene conservar una ranita?

    “Lo que estamos conservando es una historia de millones de años”, afirmó el científico. “Estamos protegiendo una pieza clave dentro del delicado equilibrio ecológico que sostiene el ecosistema del arroyo Valcheta. Pero es mucho más que eso, porque las especies suelen ser banderas (flagship species) de procesos de conservación mucho más trascendentales. De nuevo tomando como ejemplo esta ranita, al conservarla estamos conservando todo su ecosistema y a todas las especies que de él dependen”.

    Kacoliris fue una de las cinco personas galardonada este año con el llamado «Óscar verde», otorgado por el Fondo Whitley para la Naturaleza (WFN), fundación británica del mismo nombre a líderes conservacionistas de Asia, África y América Latina.

    Fuente: bbc.com y whitleyaward