Wasswa se ha convertido en un referente en el campo de la oftalmología es su país
Redacción
Franklin Wasswa es el único oculista al que se puede acudir en Uganda, país de África Oriental. Aparte de él, no hay nadie en el país que pueda fabricar ojos artificiales para personas que han perdido o dañado los suyos. Empezó a aprender su oficio después de formarse como médico clínico en los Estados Unidos. Allí también realizó la mayor parte de su formación como oculista, pero también hizo parte en Ghana.
Tras formarse como médico clínico en Estados Unidos y recibir su especialización en Ghana, Wasswa ha decidido regresar a su país natal para atender una necesidad urgente: ayudar a aquellos que han perdido la vista debido a lesiones o enfermedades. La labor de Wasswa no solo es técnica; también es un arte que requiere paciencia y atención al detalle.
Wasswa destaca la complejidad de replicar los iris de las personas negras, una tarea que requiere habilidad especial y un conocimiento profundo de la luz y el color.
Según Buenas Noticias , con diferentes lámparas en su taller, busca imitar diversas condiciones de iluminación para lograr el efecto deseado. Su dedicación y compromiso no solo transforman vidas, sino que también reafirman su deseo de contribuir a su comunidad: Según indica, en el país “trabajas para vivir, no vives para trabajar”.
Al fabricar un ojo protésico, mide el espacio de la cavidad y crea un molde, que luego refina, pinta y pule. El pulido lleva mucho tiempo y puede resultar aburrido, pero es necesario que la superficie quede perfectamente lisa o podría irritar los tejidos circundantes y permitir que crezcan los gérmenes.
Hacer coincidir los colores del iris y la esclerótica (la parte blanca del ojo) con el color del propio usuario requiere habilidad, práctica y determinación, según afirma Wasswa. “Me parece que los iris de las personas negras son más difíciles de pintar que los de las personas blancas. Nuestros iris pueden parecer casi negros, pero bajo una luz directa se ven profundidades de color, y ese efecto no es fácil de lograr”. Cuenta con distintas lámparas en su escritorio para imitar diferentes condiciones de iluminación.
En Uganda, trabajamos para vivir, no vivimos para trabajar
Puede hacer unas cuatro prótesis por semana. Eso no es suficiente para atender a todas las personas de Uganda que las necesitan, pero para el resto, hay ojos de serie que se importan de la India. Lamentablemente, suelen estar mal hechos y rara vez son una buena opción para los africanos. En Uganda, a veces se les llama ojos de oveja, por lo poco naturales que parecen.
Además de oculista, Wasswa es médico general y oftalmólogo, pero lo que más le gusta es fabricar prótesis. También trabaja con investigadores que estudian el impacto social de las prótesis oculares.
Fuente: lacarabuenadelmundo y artificialeyesuganda