En el estudio médico, el primero realizado en humanos, participaron 22 pacientes con diferentes tipos de cáncer metastásico que no tenían opciones terapéuticas
Redacción
Los resultados del primer ensayo clínico en humanos del fármaco Omomyc, desarrollado en el Institut d’Oncologia Vall d’Hebron (VHIO), han demostrado que el medicamento es seguro e incluso capaz, en algunos pacientes, de “estabilizar o hasta reducir la enfermedad”, según ha publicado la revista Nature Medicine.
Pese a que el objetivo era comprobar la seguridad del fármaco, también pudieron examinar su efectividad. En el ensayo fase I participaron 22 pacientes con diferentes tipos de cáncer (incluidos cáncer de páncreas, intestino y pulmón) en fase metastásica avanzada que, tras haber sido tratados con entre 2 y 12 líneas de tratamiento, no tenían más opciones terapéuticas.
Al concluir el estudio se pudo observar “actividad antitumoral”, en los individuos estudiados y en ocho de ellos se denotó “una estabilización de la enfermedad en la que se había detenido el crecimiento del tumor” a las 9 semanas de iniciarse el tratamiento, según explica el oncólogo Emiliano Calvo. Por su parte la oncóloga Elena Garralda afirma que un paciente con cáncer de páncreas presentó una reducción del 83% en el ADN derivado del tumor que circula en el torrente sanguíneo, según informaba Catalunya Press.
Omomyc (cuyo nombre científico es OMO-103) es una miniproteína terapéutica desarrollada gracias al trabajo de más de 20 años de la cofundadora de Peptomyc, Laura Soucek, que demostró en la fase preclínica en el laboratorio que era capaz de entrar en las células y alcanzar su núcleo, donde se halla el oncogén Myc. Este gen cancerígeno es considerado por los científicos como responsable del 75% de todos los casos de cáncer si bien no es dañino en sí mismo puesto que en individuos sanos contribuye al desarrollo celular.
Para combatir este tipo de gen, el fármaco se introduce dentro de las células hasta llegar al núcleo de las mismas y ahí atrapa a Myc, de tal modo que se así frena el crecimiento de tumores. La Dra. Soucek ha declarado que “nuestro objetivo es seguir investigando la actividad antitumoral de Myc y ser capaces de buscar combinaciones con otros fármacos ya aprobados que nos permitan crear sinergias para ser más eficaces contra diversos tipos de cáncer”.
Dos biomarcadores en potencia
El estudio ha permitido identificar dos potenciales biomarcadores en sangre que podrían ser útiles en el manejo de la enfermedad a través de la biopsia líquida. Estos biomarcadores son moléculas biológicas que se localizan en la sangre, otros líquidos o tejidos del cuerpo, y cuya presencia puede tratarse de un signo de un proceso anormal, de una afección o de una enfermedad.
Uno de estos biomarcadores que se han detectado es propio de actividad farmacodinámica que aumenta en sangre cuando el paciente tratado con OMO-103 tiene beneficio clínico y que desaparece cuando la enfermedad progresa de nuevo. “Este marcador podría indicarnos con una prueba no invasiva como es la biopsia líquida si el tumor está progresando y tomar las decisiones clínicas adecuadas y rápidas para ese paciente” sostiene la Dra. Soucek.
Un segundo ensayo clínico en marcha
Los resultados del primer ensayo clínico de OMO-103 en humanos han conducido a la puesta en marcha de un segundo ensayo clínico fase Ib actualmente activo que evalúa la actividad del fármaco en combinación con el tratamiento estándar en pacientes con cáncer de páncreas metastático.
“Nuestro objetivo es seguir investigando la actividad antitumoral de MYC y ser capaces de buscar combinaciones con otros fármacos ya aprobados que nos permitan crear sinergias para ser más eficaces contra diversos tipos de cáncer”, afirma la Dra. Soucek.
Fuente: Público