Se trata de un alimento estrella en la gastronomía española que hay que cocinar correctamente
Redacción
La patata es uno de los clásicos de la dieta mediterránea. La mayoría de las personas consumen esta hortaliza de forma semanal, por lo que es fácil encontrarla en todas las despensas españolas.
Desde la Fundación Española de la Nutrición (FEN) explican que la patata tiene un alto contenido en hidratos de carbono, mayoritariamente en forma de almidón y una pequeña proporción como glucosa, fructosa y sacarosa, de ahí su aporte calórico de 88 kcal por cada 100 gramos.
Además, se trata de un tubérculo que es una gran fuente de vitamina C, aunque una parte considerable de la misma puede perderse durante el proceso de cocción.
Con el objetivo de conservar este nutriente y obtener todos sus beneficios, es recomendable cocinar las patatas al vapor o al horno.
CÓMO ELEGIR UNA BUENA PATATA Y EVITAR QUE SE PONGA NEGRA
Para degustar un buen plato con patata, es conveniente elegirla bien en el supermercado. Para ello, hay que comprar las más grandes y lustrosas. A pesar de ello, la patata es un alimento que se oxida rápido, por lo que es común que, tras pelarla, coja rápidamente colores extraños, como marrón o gris, e incluso negro si la pelamos mucho tiempo antes de freírla o guisarla.
Eso no significa que esté mala, pero sí que da una impresión mala que la hace poco apetecible. Además, si la patata coge un color oscuro pierde gran parte de su contenido nutricional y hace que su tacto en la boca sea áspero.
La patata es un alimento que se oxida rápido
Por ello, para evitar que las patatas se oxigenen y cojan colores extraños antes de ser cocinadas, podemos seguir algunos trucos. La mejor opción es pelarlas el día anterior y dejarlas en un bol en agua fría dentro de la nevera, ya que así la patata no perderá sus propiedades y mantendrá un aspecto perfecto antes de ser cocinada. Si quieres evitar que las patatas se pongan negras es importante acordarse de guardarlas enteras en el agua, ya que, de esta manera, tendrán menos tasa de absorción de agua.
Sin embargo, las patatas no deben estar tampoco demasiado tiempo dentro del agua, ya que pueden terminar oxidándose igualmente. En ese caso, un truco común es colocar las patatas ya cortadas en un recipiente con dos tazas de agua fresca y una taza de vinagre blanco. Por lo general, en agua fría las patatas aguantan una noche, pero si se agrega algunas gotas de vinagre pueden conservarse en la nevera por 2 o 3 días.
Fuente: mundodeportivo.com