La cría de cabras está contribuyendo a la independencia económica y a la mejora de las familias
Redacción
Seema Devi es una mujer de 39 años del nororiental estado de Assam, en el noreste de India. Vive en Milonpur, una aldea de apenas 1000 habitantes. Mientras la mayoría de los hombres, incluido el marido de Devi, se trasladan a las ciudades y pueblos más grandes para trabajar, las mujeres se quedan al cuidado del hogar y de los niños.
Devi cuenta que, tras el confinamiento en el año 2020, los ingresos familiares cayeron drásticamente. Como la mayoría de las fábricas estuvieron cerradas durante meses, los trabajadores, incluido el marido de Devi, se quedaron sin trabajo. Incluso cuando terminó el confinamiento y los trabajadores retomaron sus empleos, los salarios se redujeron.
Además, la familia contaba con pocas alternativas en su mano para mitigar la crítica situación. Para agravar la situación, la pequeña superficie de tierra ancestral utilizada para el cultivo se vio afectada por el cambio en los patrones climáticos, que hizo que muchas familias de la aldea, incluida la de Devi, cosecharan solo pérdidas.
Sin embargo, en 2021, una organización no gubernamental visitó Milonpur para evaluar la situación. Los aldeanos contaron al equipo que la mayoría de los hombres de la aldea trabajaban en ciudades y pueblos cercanos, con sus salarios reducidos por la crisis económica. Tras agitadas discusiones, se crearon unos 10 grupos de autoayuda de mujeres, después de recibir tutorías sobre la ganadería y sobre cómo convertir esta actividad en un negocio rentable.
Al principio, las mujeres estaban reticentes porque no sabían cómo hacer rentable la cría de ganado, en particular el caprino. Hacían preguntas a los miembros de la organización asistencial cosas como: «¿y si no da los resultados deseados? ¿Y si alguna enfermedad terrible afecta a los animales, y si el ganado no les genera ningún ingreso?».
Wilson Kandulna, el miembro más veterano del equipo, relata que se llamó a expertos para formar a las mujeres en la cría de ganado y en cómo administrarle las vacunas oportunas, la alimentación adecuada y que cuidados harían que la actividad fuese rentable y mitigara los los costes básicos de la vida de la familia. «Al principio, proporcionamos 10 cabritos a cada grupo de mujeres y las concienciamos sobre lo que se debe y no se debe hacer en este tipo de ganadería. Aprendieron rápido y asimilaron con facilidad todo lo que se les enseñó», dijo Kandulna.
Devi cuenta que, en cuanto consiguió sus cabritos también le suministraron una formación básica para alimentarlos adecuadamente y llevarlos a vacunar al cercano hospital veterinario del gobierno. «Han pasado dos años, y ahora tenemos cientos de cabras, ya que se reproducen rápidamente, y ahora podemos obtener unos buenos ingresos”, explicó la campesina.
BENEFICIOS
Renuka, otra mujer del grupo de autoayuda, cuenta que desde hace un año reciben continuamente demandas de leche de cabra de las principales ciudades del estado. «La gente conoce los beneficios de la leche de cabra para la salud. Saben que es orgánica, sin conservantes, y por eso tenemos una gran demanda. La vendemos a buen precio y, a veces, la demanda supera la oferta», explica.
Para Devi, la ganadería caprina ha sido una bendición. Dice que gana el equivalente a unos 60 dólares mensuales y que ya puede cubrir ella sola los gastos ordinarios de su hogar. «Ya no dependo de mi marido para los gastos del hogar. Me ocupo de todo yo sola. Mi marido también se siente aliviado y las cosas vuelven a su cauce», afirmó Devi con una sonrisa.
Fuente: ipsnoticias.net y globalissues.org