Redacción
Una rutinaria construcción en el aparcamiento de un hotel de lujo en Roma ha dado a luz al antiguo teatro del emperador Nerón. Gobernante del Imperio Romano entre 54 y 68 d.C.
Hallazgo histórico, mencionado en textos antiguos, que ha permanecido bajo tierra durante dos milenios, hasta que esta casualidad reveló su ubicación. Esto a tan solo escasos metros del Vaticano, en el patio del Palacio de la Rovere.
Alessio de Cristofaro, arqueólogo del Ayuntamiento de Roma ha trabajado en la excavación, asegurando que efectivamente se trata del antiguo teatro de Nerón .
«Con esta excavación pudimos plantear una propuesta de identificación basada en una serie de pistas arqueológicas consistentes que nos llevan a identificar este espacio como el antiguo teatro de Nerón», declaró.
Fue construido por él mismo en el área dominada por los conocidos «Horti de Agripina la Mayor», madre de Calígula, una vasta propiedad de la familia imperial Julio Claudia, donde se construyó un gran circo para carreras de caballos
El Theatrum Neronis
Textos de autores antiguos como Plinio, Svetonio y Tácito mencionaban la existencia del teatro en la zona que ahora ocupa el Vaticano y sus calles aledañas. Sin embargo, la multitud de edificaciones en este barrio romano, muchas de gran valor artístico y cultural, complicaban el inicio de excavaciones.
Los restos descubiertos son parte del lado izquierdo de la cávea, en forma de hemiciclo, y la escena, donde se conservan elementos arquitectónicos que dan testimonio de la ostentación del Teatro de Nerón, como columnas y decoraciones.
Recuerdos de un pasado imperial y medieval
Además de las ruinas del teatro, las excavaciones han desenterrado otros hallazgos. Ejemplares de copas de vidrio, cántaros, cerámica, insignias de peregrinos, objetos óseos y matrices de rosarios medievales acumulados a lo largo de los milenios.
Este camino era transitado por peregrinos de todo el mundo. Éstos se dirigían al lugar donde la tradición cristiana señala la tumba de San Pedro, el primer papa, bajo la actual basílica homónima.
Después de casi tres años de excavaciones y documentación arqueológica, el trabajo continúa con el objetivo de que los elementos descubiertos puedan ser visitados en los próximos años gracias a un espacio museístico de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén, propietaria del Palacio de la Rovere.
Fuente: Actualidad