Un profesor de Tailandia es el alma mater de Tlejourn, una firma de calzado ecológica que, a través de una red de voluntariado, ha logrado convertir la basura marina en zapatos reciclados
Mónica Ledesma / Noticias Positivas
Caminar sobre las aguas lo hizo posible el bíblico Moisés, pero hoy en día, gracias al profesor tailandés Nattapong Nithi-Uthai, ya está al alcance de cualquiera poder caminar no sobre el agua, pero si sobre tierra con sandalias recicladas desde las entrañas de los océanos. Bajo el nombre de Tlejourn, nació en 2015 esta marca de calzado amigable con el mar, un proyecto centrado en rescatar basura de los fondos oceánicos para transformarla en productos creativos.
Nattapong Nithi-Uthai es profesor del Departamento de Tecnología del Caucho y Ciencia de Polímeros de la Universidad Prince of Songkhla en Pattani, Tailandia, y, además, es cofundador de Trash Hero Pattani, un grupo ambientalista activo en el sur del país asiático. Un día paseando por las playas de su localidad se fijó en el montón de sandalias que habían en la orilla, sirviendo de estorbo al desarrollo de la vida natural. De ahí que se le ocurriera la idea de crear un ingenioso método para combatir la contaminación marina, a la par que dar otra utilidad a estos desechos.
Su idea se basó en recoger estos calzados abandonados y pasarlos por una máquina trituradora, adquiriendo miles de trozos de iguales porciones a granos de maíz. Luego, colocó la mezcla entre dos placas metálicas pesadas y las pasó por una prensa metálica caliente, lo que dio como resultado una alfombra sólida y flexible, según explica el profesor a la revista tailandesa Living Asea.
El ingenioso artífice de este método se dio cuenta, entonces, de que este nuevo material triturado podía convertirse en productos como bloques, baldosas o alfombrillas para hacer ejercicio, aunque al final decidió darle una nueva vida y optar por fabricar calzado. Fue así como nació Rove Marine Shoes, nombre del proyecto con el que ha dado un nuevo uso a la basura marina.
Según explica el promotor de esta curiosa idea en la web oficial, “hemos constituido una red de voluntarios que son los encargados de recoger por las playas las chanclas extraviadas por sus dueños, restos de plástico que sometemos a un proceso científico para convertirlas en suelas marinas. El proceso consta de varias partes. Primero, los restos marinos se separan en dos clases, así mientras las cosas no reciclables pasan por los canales adecuados, las partes elásticas de los zapatos viejos y las protecciones laterales se convierten en materiales reutilizables”.
Una vez realizada esta selección, llega el momento de la transformación en calzado, lo cual se lleva a cabo gracias a la labor de marcas colaboradoras, que crean el diseño, y de un grupo de amas de casa de Pattani, que son quienes las cosen y dan forma. “Trabajamos con un modelo de beneficio cero, por lo que todos los ingresos por la venta de estos productos reciclados del mar va directamente a los zapateros locales y las actividades voluntarias de Trash Hero Pattani”, matiza. Una labor por preservar el medio ambiente que ha logrado que cada día se recojan miles de kilos de materiales de desecho que aparecen en las costas del mar.
“En los últimos cuatro años hemos vendido más de cien mil zapatos, logrando que la mitad de la basura del océano haya desaparecido de las playas del área local”, añade el profesor Nattapong, quien además de ser promotor de esta industria local de calzado, también ha ampliado fronteras logrando que la firma Tlejourn suministre materias primas reutilizables a otros fabricantes, entre ellos el diseñador tailandés-estadounidense Pring Paris, así como abarcar nuevos productos entre los que se incluyen mochilas.
La marca también confecciona zapatos de mujer mediante co-branding con el grupo de diseñadores Muzina de Japón. Bajo la enseña Muzina x Tlejourn, sus productos fueron presentados a nivel mundial en un desfile incluido en la Semana de la Moda de Tokio. Asimismo, Tlejourn está colaborando con el fabricante de zapatos Nanyang para ofrecer la marca Khya de sandalias hechas de desechos oceánicos reciclados y materiales sobrantes de la industria.
Todo un desafío que ha visto en la moda una vía para convertir los residuos de los océanos en productos creativos para contribuir a que nuestros mares vuelvan a albergar vida y a ser lo que en su día fueron, lugares hermosos.