Redacción
La batalla gastronómica entre Francia y España por determinar el origen de la mayonesa aún no ha vivido su última lucha. Al menos hasta que alguien localice la carta de amor que a la que se refirió Camilo José Cela en un largo artículo dedicado a la salsa.
Según Pep Pelfort, investigador culinario y director del Centre d’Estudis Gastronòmics Menorca, el manuscrito contiene una receta que se asemeja notablemente a la mahonesa actual, lo que sugiere que esta popular salsa podría haber sido conocida y apreciada en Menorca mucho antes de que los franceses se atribuyeran su invención.
La historia se entrelaza con el mariscal Richelieu, quien lideró las fuerzas francesas en la batalla entre Inglaterra y Francia por el control de Menorca en abril de 1756. Después de un tiempo en la isla, y a sus 60 años, el mariscal se enamoró de una menorquina y de una exquisita salsa que probó en un banquete en honor a las tropas francesas.
Aunque aún no se ha encontrado la carta de amor que mencionó el Premio Nobel de Literatura, en la que se atribuye a Richelieu el bautizo de la salsa como “mahonnaise”. Este manuscrito, datado entre 1750 y 1756, proporcionaría un valioso testimonio que demostraría la conexión entre el mariscal y la mahonesa.
El hecho de que ahora se escriba ‘mayonesa’, según El Ideal, se debe un error tipográfico en la transcripción de la ‘mayonnaise’, en francés, cuando se llevó a la imprenta el recetario Le cuisinier imperial de Alexandre Viard, en el que aparece el nombre de la salsa por primera vez. La influencia de la cocina gala y la evolución del idioma acabaron por imponer el término que usamos ahora, en lugar de la mahonesa.
Sin embargo, hasta que alguien localice la carta de amor del mariscal Richelieu, la receta más antigua de la mayonesa se encuentra en un recetario manuscrito, que pertenece a una colección privada. Escrito entre 1750 y 1756, incluye la receta de una salsa para pescado crudo que se parece mucho a la de la mayonesa.
Fuente: HuffPost