El humorista español arrancaba carcajadas con sus llamadas, sobre todo, al enemigo
Redacción
Miguel Gila nació el 12 de marzo de 1919 en el madrileño barrio de Chamberí. Fue actor, humorista y dibujante de historieta.
Huérfano de padre —falleció antes de que él naciera—y con dificultades económicas en su hogar, abandonó los estudios a los 13 años. Su primer trabajo fue de empaquetador de café y chocolate y, después de aprendiz de pintor de coches. De allí pasó a los Talleres Boetticher y Navarro, donde alcanzó el cuarto grado de aprendiz. Compatibilizó sus trabajos con estudios de dibujo lineal en la escuela nocturna de artes y oficios.
Al estallar la guerra civil, como militante de las Juventudes Socialistas Unificadas, se alistó como voluntario republicano en el Quinto Regimiento de Lister.
En el invierno de 1937, un grupo de mercenarios del general Yagüe le hacen prisionero y gracias a la borrachera que llevaban, fallaron en su intento de fusilarle en el Viso de los Pedroches (Córdoba). Gila se hizo el muerto y logró sobrevivir. Tras la guerra fue encarcelado por el régimen franquista, donde coincidió con el poeta Miguel Hernández. Hay quien asegura que todo esto se lo inventó.
Según su autobiografía, el éxito en los escenarios le llegó en 1951, cuando actuó en Madrid como espontáneo en el teatro de Fontalba, donde contó un monólogo improvisado sobre su experiencia como voluntario en una guerra. En la década de 1950 actuó en la radio. En 1962 se exilió, según sus palabras “por un empacho de dictadura” y fijó su residencia en la ciudad de Buenos Aires. Allí puso en marcha una compañía de teatro. Realizó varias giras por Latinoamérica. A España regresó definitivamente en 1985.
Miguel Gila falleció el 14 de julio de 2001 en Barcelona (España), a causa de una insuficiencia respiratoria debida a una enfermedad pulmonar crónica que sufría.
En este enlace más información sobre el humorista
Fuentes: Buscabiografías