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    El gran avance de Tailandia en materia de derechos LGBTIQ

    Redacción

    En pleno mes del Orgullo 2024, décadas de campaña de la sociedad civil dieron sus frutos en Tailandia. Con 130 votos a favor y solo cuatro en contra, el Senado aprobó el pasado 18 de junio el proyecto de ley de igualdad matrimonial.

    Con unos pocos trazos de la pluma, el proyecto de ley modificó el lenguaje del Código Civil y Comercial, sustituyendo las referencias de género como «hombre» y «mujer» por otras neutras como «personas» y «cónyuges».

    Ahora se somete a la sanción formal del rey Maha Vajiralongkorn y entrará en vigor 120 días después de su publicación en el boletín oficial. Esto significa que el matrimonio igualitario ya está reconocido en 37 países.

    Estonia se ha convertido en el primer país postsoviético en incorporarse en 2023, y Grecia en el primer país de mayoría cristiana ortodoxa en hacerlo a principios de 2024. Tailandia es el primer país del sudeste asiático y el tercero de Asia, tras Taiwán y Nepal, en reconocer el derecho al matrimonio y todos los derechos asociados a las parejas del mismo sexo.

    Con su vibrante cultura LGBTIQ+, Tailandia se anuncia desde hace tiempo como «un destino excepcional para los viajeros homosexuales». Pero las cosas no iban tan bien para las personas LGBTIQ+ locales, cuyas identidades y relaciones carecían de reconocimiento legal y derechos asociados. La sociedad civil trabajó para cambiar esta situación. Los esfuerzos para promover los derechos de las parejas del mismo sexo en Tailandia se remontan al menos a 2011.

    El primer cambio se produjo en 2012, cuando el gobierno empezó a considerar algún tipo de reconocimiento de las relaciones homosexuales. En 2013 redactó un proyecto de ley de uniones civiles con apoyo bipartidista, pero los avances se estancaron bajo el gobierno militar formado a raíz de un golpe de Estado en 2014.

    Foto: Lauren DeCicca/Getty Images)

    Cuando estallaron las protestas juveniles por el cambio democrático en 2020, sus reivindicaciones incluyeron los derechos de las personas LGBTIQ+ y condujeron a la elaboración de un nuevo proyecto de ley que finalmente se presentó, pero que no se aprobó antes de que se disolviera el Parlamento con vistas a las elecciones generales de mayo de 2023.

    Tailandia ocupa el puesto 44 de 196 países en el Índice de Igualdad de Equaldex, que clasifica a los países en función de su compatibilidad con el colectivo LGBTIQ+. Pero, a diferencia de la mayoría de los demás países, ocupa un lugar más alto por las actitudes públicas que por sus leyes. Esto significó que los activistas LGBTIQ+ tailandeses pudieron aprovechar el clima de opinión ampliamente favorable para presionar a los políticos. Convirtieron los derechos LGBTIQ+ en un carro al que los políticos querían sumarse para obtener beneficios políticos.

    Fuente: ipsnoticias.net