Es el producto resultante de la refinación del biogás que le quita otros gases
Redacción
La creciente productividad con que la humanidad genera basura ganó por lo menos una contrapartida sostenible, la extracción del biogás de los rellenos sanitarios, una actividad en expansión en Brasil.
Dos pequeñas mesetas se destacan en el paisaje de las afueras de Caucaia, uno de los 19 municipios que componen la región metropolitana de Fortaleza, capital del estado de Ceará, en la región del Nordeste del país.
La simetría denuncia la artificialidad de los cerros, uno de los cuales recibe cerca de 5000 toneladas diarias de los residuos sólidos recogidos en la región metropolitana de 4,2 millones de habitantes. El otro, el “viejo relleno sanitario” inaugurado en 1991, ya está cerrado, pero es el que genera más gases. “Somos pioneros en la producción de biometano de la basura”, subraya Thales Motta, director de Gas Natural Renovable Fortaleza (GNR), una asociación entre las empresas privadas Ecometano, del grupo MDC de energías renovables y gas natural, y Marquise Ambiental, de Fortaleza, que administra los rellenos de Caucaia.
El biometano es el producto resultante de la refinación del biogás que le quita otros gases, como el dióxido de carbono y el sulfato de hidrógeno. GNR Fortaleza produce cerca de 100 000 metros cúbicos diarios de ese gas, vendido a la estatal Compañía de Gas de Ceará (Cegás), que lo mezcla al gas natural en sus tuberías. “Proveemos de 15 % del gas que distribuye Cegás, que confió en la calidad de nuestro biometano”, apuntó Motta, durante la visita de IPS a la planta de GNR, inaugurada en diciembre de 2017.
El laberinto de tuberías que recogen el biogás del relleno sanitario y lo refina para producir biometano con 95 % de pureza. Ese gas renovable se mezcla al gas natural para uso industrial, en vehículos y centrales termoeléctricas, además de residencias y comercio en la región metropolitana de Fortaleza, en el noreste de Brasil.
Se trata de un gas seguro, estable y de precios previsibles
MOTTA
“Había muchos prejuicios incluso entre ingenieros, escepticismo en las compañías de gas. Tuvimos que presentar análisis y pruebas de calidad más rigorosas que las del gas fósil. Pero rompimos la barrera del descrédito y abrimos un mercado nuevo, al comprobar que se trata de un gas seguro, estable y de precios previsibles”, afirma con rotundidad Thales Motta.
COSTOS VENTAJOSOS
Al comienzo, el biometano costaba 30 % más, pero hoy está 30 % más barato que el gas natural, ante el alza de los combustibles fósiles, destacó. Su precio depende de factores internos, como la inflación, no está sujeto a las imprevisibles cotizaciones del petróleo en el mercado internacional ni de las oscilaciones cambiarias, recalca. “El biometano compite con el gas fósil en condiciones ventajosas hoy. Pero aún si se abarata el petróleo, el mercado está predispuesto a apostar al biometano”, por la cuestión ambiental, añade. “La Cegás decidió por la distribución del biometano al entender como estratégico diversificar su matriz con un gas más limpio, renovable y sostenible, contribuyendo así a reducir la contaminación y mejorar el medio ambiente”, afirmó en entrevista el presidente de la empresa, Hugo de Figueiredo Junior.
Fuente: ipsnoticias.net