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    El ajo y sus beneficios para la salud

    Redacción

    El ajo es uno de los ingredientes más utilizados en la cocina española, además de resultar un alimento con múltiples beneficios. Algunos de ellos más que probados por los expertos, otros aún por probar. Pero desde la antigüedad, se han venido destacando sus considerables virtudes.

    El legado de Hipócrates

    A estas alturas no es necesario presentar al sabio griego Hipócrates, puesto que por todos es sabido que se trata de uno de los padres de la medicina, tal y como esta se conoce a día de hoy. Pero lo que sí diremos es que ya el médico destacaba lo conveniente que resultaba tomar ajo para tratar diferentes tipos de enfermedades, así como también para prevenirlas.

    El tiempo, y el progreso científico del que se goza actualmente, han dado la razón a Hipócrates en relación a este tema, igual que en muchas otras cuestiones que también tratara en la época en que vivió.

    Un imprescindible de la cocina

    Hoy en día el ajo es absolutamente necesario en casi todas las cocinas, puesto que es parte fundamental de muchísimas recetas distintas, desde las más sencillas a las más elaboradas y complejas. Además, al tratarse de una planta que crece en diferentes lugares del mundo, su presencia internacional está más que garantizada.

    Pero no siempre el ajo ha sido un alimento como tal. Antes, en la Antigüedad, era más común utilizarlo a modo de remedio para diversos males que otra cosa. Es algo que ha quedado constatado en civilizaciones tan lejanas a nivel geográfico como la egipcia o la china. Es decir, en todo el mundo, prácticamente.

    Antibacteriano

    Una de las ventajas del ajo, tal y como señalan aquellos científicos que lo han estudiado a fondo aprovechando muchos de los avances actuales, radica en que es antibacteriano. O lo que es lo mismo, que resulta bastante eficaz contra la amenaza para la salud que pueden suponer diferentes tipos de bacterias.

    Tanto es así, que en el pasado hubo épocas marcadas por la escasez de recursos en las que el ajo era utilizado a modo de desinfectante para las heridas que sufrían, por ejemplo, los soldados durante conflictos bélicos.

    Ayuda contra el colesterol

    ¿Quién no ha escuchado hablar del colesterol? Es uno de los temas de salud que más se repite en los medios, sobre todo durante la publicidad de los canales de televisión, cuando muchos productos destacan su utilidad contra él. Bueno, pues el ajo también lo hace.

    Muchos estudios han determinado que consumir ajo con regularidad durante las comidas o las cenas permite reducir sensiblemente el colesterol malo.

    Un alimento anticoagulante

    Casi todo el mundo conoce lo que el ajo es capaz de aportar a los guisos por su considerable sabor, así como por su aroma. Pero lo que no toda la gente sabe es que se trata de un considerable anticoagulante. Esto es, que el ajo ayuda a diluir la sangre y que esta sea más fluida.

    ¿Y para qué sirve eso? Pues, por ejemplo, para prevenir problemas de salud graves, como pueden ser por ejemplo las trombosis, que ponen en riesgo nuestro organismo cuando se producen.

    También resulta antioxidante

    Los compuestos que forman el ajo tienen muchas virtudes, como estamos viendo a lo largo de este artículo. Una de ellas también pasa por convertirlo en un remedio antioxidante. O sea, que ayuda igualmente a enfrentarse o a evitar problemas relacionados con las enfermedades degenerativas que se producen a medida que uno va cumpliendo años.

    Por eso no resulta extraño que muchos deportistas también incluyan al ajo en su dieta, logrando de esta manera mejorar sus condiciones para afrontar los entrenamientos o la competición que cada uno practique.

    Ayuda contra la gripe

    No se puede decir, a juzgar por los estudios que se han llevado a cabo en este sentido, que el ajo cure la gripe, por así decirlo. Pero sí está demostrado que es antiviral, por lo que algo ayuda cuando la sufrimos. Tal vez no en proporciones altísimas, ya decimos, pero todo suma para intentar encontrarse mejor cuando uno está enfermo.

    Todo esto, ya decimos, se ha conseguido destacar después de concienzudas investigaciones, por lo que ningún científico duda de ello. No hay que olvidar que, eso sí, el ajo siempre ha estado sujeto a algunas supersticiones que no se ajustaban del todo con la realidad.

    Lucha contra el Alzhéimer

    Al ser, como ya hemos destacado, un potente antioxidante, se suele recomendar el consumo de ajo para prevenir muchas enfermedades de sobra conocidas por todos, por desgracia, como el Alzhéimer.

    De hecho, llevar una alimentación sana y saludable, ajustada a los gustos de cada uno es aconsejable cuando se trata de prevenir problemas de salud en general.

    Cuidado en algunos casos

    Aunque el ajo tiene muchas ventajas, tal y como hemos visto, esto no quiere decir que siempre sea maravilloso para todo el mundo. Al final cada persona es de una forma distinta, y no a todos no sientan bien las mismas cosas. Generalizar suele ser un error.

    Al igual que sucede con su “prima” cercana la cebolla, hay gente cuyo estómago no termina de tolerar el ajo, y el consumo del mismo le provoca problemas estomacales, o incluso alergias. No es lo más común del mundo, pero pasa.

    No es la panacea

    A pesar de todo lo que hemos reunido anteriormente, que son hechos innegables, el ajo no es una panacea, como hay gente que se ha pensado (y todavía se piensa) en muchas ocasiones. Dicho de otra forma, el ajo puede ser beneficioso, sí, pero no produce milagros en nuestra salud.

    Muchas veces, algunas ventajas han sido más producto del deseo o incluso de la ficción que de la realidad. Por ejemplo, comer el ajo en ayunas, al contrario de lo que se cree, no aporta nada en particular, es igual que comerlo en cualquier momento. Y tampoco se ha demostrado del todo que sea anticancerígeno, aunque algunos lo dan por hecho.

    Fuente: Qué