Así lo deciden los Estados Miembros de la Unesco
Redacción
En la Conferencia Mundial sobre Atención y Educación de la Primera Infancia, celebrada en Tashkent (Uzbekistán), entre el 14 y el 16 de noviembre de 2022, los países se comprometieron a invertir al menos el 10% del gasto total en educación en la enseñanza preescolar y a garantizar que los sueldos y las condiciones de trabajo del personal de la enseñanza preescolar estén al menos a la par con los de los maestros de la enseñanza primaria. Asimismo, reafirmaron el compromiso de garantizar al menos un año de educación preescolar gratuita.
La investigación en neurociencias y ciencias sociales muestra que el 85% del desarrollo del cerebro tiene lugar en los primeros 5 años de vida. En particular, los 3 primeros años de vida son vitales para el despertar del potencial de los niños.
“Invertir en la primera infancia es crucial para reducir las desigualdades sociales, pues estas surgen incluso antes de nacer”, declaró la Directora General de la Unesco, Audrey Azoulay,
“Es muy urgente resolver la cuestión de la educación de calidad para los niños pequeños a nivel mundial y desarrollar soluciones conjuntas para estos problemas”, dijo el presidente de Uzbekistán, Shavkat Mirziyoyev, en su discurso de apertura.
A nivel mundial, la participación en la educación preescolar ha crecido significativamente en los últimos diez años, pasando del 46% en 2010 al 61% en 2020. Sin embargo, la tasa de participación apenas alcanza el 20% en los países de renta baja, mientras que la asignación presupuestaria a la educación preescolar en estos países es del 2% del total de los presupuestos de educación. En la actualidad, 1 de cada 4 niños menores de 5 años no ha recibido nunca ningún tipo de educación preescolar, lo que representa 33 de los 134 millones.
Uno de los obstáculos es la falta de profesores y cuidadores de preescolar cualificados. La UNESCO calcula que se necesitan otros 9,3 millones de educadores a tiempo completo para que la educación preescolar sea universal en 2030. Otros retos son la fragmentación de las políticas y la falta de oferta pública.
En 2023, la Unesco trabajará con sus socios para definir las primeras normas internacionales para la certificación profesional de los educadores de la primera infancia, como las que ya existen para los profesores de primaria y secundaria.
Fuente: unesco