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    Diseñan un casco inteligente que avisa si existen peligros de daño cerebral

    Redacción

    La organización Fraunhofer ha publicado en su página web una de sus últimas innovaciones que tiene como protagonista a un casco de obra muy particular.

    Investigadores del Fraunhofer Institute for Structural Durability and System Reliability han sido los encargados de dar forma al proyecto Flexeras, que pretende crear un casco de protección con un sensor integrado que es capaz de registrar aquellas vibraciones que afectan al cuerpo humano. Un transmisor envía las señales a un ordenador y éste, finalmente, las analiza.

    Durante el análisis, los investigadores son capaces de identificar cuando una persona llegar al límite de estrés por vibración que es capaz de soportar. A partir de aquí, los conductores de camiones del sector de la construcción pueden tomar las medidas pertinentes, como tomarse un tiempo de descanso o asegurarse que se hacen pausas en el momento indicado.

    Björn Seipel es experto del instituto alemán y asegura que los valores picos a los que se ven expuestos los conductores de la construcción son ‘considerablemente altos’. A partir del casco con sensor desarrollado por la organización Fraunhofer, la protección de la salud ha ganado un nuevo activo al que poder agarrarse.

    Un sensor piezoeléctrico es la parte fundamental de este producto y toma la forma de una fina película de polipropileno flexible que se integra en el interior del casco, en la posición que habitualmente ocupa la pieza de sujeción a la cabeza. Cuando las vibraciones comienzan, éstas afectan a esta película y la deforman. Es el grado de deformación el que determina el voltaje del sensor, que se transmite al módulo electrónico.

    Las señales se procesan en este módulo y se transfieren, posteriormente, a una unidad colocada en el cuerpo para ser enviadas a un ordenador a través de una conexión inalámbrica. Denis Becker, investigador del Departamento de Electromecánica y Análisis Experimentales, afirma que “las frecuencias entre 4 y 6 Hz son peligrosas para la columna vertebral, por ejemplo, y la cabeza y los ojos están particularmente en riesgo en el rango entre los 20 y 30 Hz. El software puede ser configurado para que emita una advertencia cuando se alcancen ciertos límites, por ejemplo”.

    Fuente: Mundo Deportivo