Sign Up To The Newsletter

Lorem ipsum dolor sit amet, consectetuer adipiscing elit, sed diam nonummy nibh euismod tincidunt ut laoreet

    Diseña un teclado inteligente para pacientes con Parkinson

    Una joven italiana crea ‘Oncue’, un instrumento con brazaletes vibratorios, que logra que enfermos puedan escribir pese a los temblores y la rigidez

    Redacción

    Con tan solo 22 años, Alessandra Galli está transformando la vida de muchos pacientes con Parkinson gracias a un ingenioso invento: el teclado inteligente OnCue. Ganadora del Premio Global James Dyson 2025, esta diseñadora italiana representa a la nueva generación de innovadores comprometidos con la salud y la inclusión.

    Fue durante sus estudios en la Universidad Tecnológica de Delft cuando Alessandra Galli comenzó a cuestionar la autonomía de las personas con trastornos motores. Conmovida por las dificultades diarias de los pacientes con Parkinson, ideó OnCue, un teclado diseñado para compensar los temblores y la rigidez, inspirado en los teclados modernos para videojuegos. Cada tecla vibra para guiar la escritura, mientras que un sistema de iluminación inteligente ilumina la siguiente letra, facilitando una escritura más fluida y segura.

    OnCue ofrece una experiencia personalizada: los usuarios pueden ajustar la intensidad de la vibración y las señales luminosas según sus necesidades diarias. El teclado ergonómico dividido reduce la fatiga de muñecas y brazos, y los bordes elevados ayudan a prevenir pulsaciones accidentales. Con el apoyo del Premio James Dyson y la colaboración de asociaciones de pacientes, Alessandra aspira a su comercialización en 2027, con ensayos clínicos en curso en Italia y los Países Bajos.

    Más allá de su eficacia, OnCue encarna una filosofía: poner la tecnología al servicio de la humanidad y la dignidad de la vida cotidiana. El invento ya está recibiendo reconocimiento internacional porque devuelve la confianza, la autonomía y el orgullo a la vida de personas que antes se creían condenadas a la frustración.

    En definitiva, Alessandra Galli demuestra que la edad y la experiencia no son obstáculos para la innovación. Con su invento, ilustra cómo una idea sencilla, nacida de la empatía y la observación, puede transformar la vida cotidiana de miles de personas.

    Fuente: The Body Optimist