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    Descubren un planeta potencialmente habitable a solo 18 años luz de la Tierra

    A los astrónomos les sorprende la distancia a la que se encuentra la estrella que lo alberga con respecto a nuestro mundo

    Redacción

    Astrónomos de la Universidad de California han identificado una supertierra en la zona habitable de una estrella próxima. El hallazgo abre la puerta a estudiar de cerca un mundo que podría parecerse al nuestro.

    Un equipo internacional de astrónomos ha anunciado el hallazgo de GJ 251 c, un planeta de tipo supertierra situado en la zona habitable de una estrella vecina al Sol, a unos 18 años luz. Su tamaño y distancia a su estrella lo convierten en uno de los mejores candidatos conocidos para estudiar de forma directa, con los telescopios de nueva generación, la atmósfera de un mundo potencialmente apto para la vida.

    El descubrimiento, publicado en The Astronomical Journal, se apoya en más de veinte años de observaciones astronómicas y en una combinación sin precedentes de instrumentos ópticos e infrarrojos, informa en su web Rex Molón.

    Paisaje imaginado del exoplaneta / IMAGEN GENERADA CON DALL-E

    Liderado por Corey Beard, de la Universidad de California en Irvine, el trabajo ha contado con la participación de equipos de la NASA, el Observatorio Keck de Hawái, el Instituto de Astrobiología de la Universidad Estatal de Pensilvania y centros de investigación europeos.

    La protagonista de esta historia es GJ 251, una enana roja situada en la constelación del Can Menor. Se trata de una estrella modesta -más fría y tenue que el Sol, con una masa de un tercio de la solar- pero muy cercana. En 2020 ya se había confirmado la existencia de un primer planeta, GJ 251 b, de unas cuatro masas terrestres y con un año de solo catorce días.

    El nuevo mundo completa una vuelta a su estrella cada 53,6 días y tiene una masa mínima similar a la de la Tierra multiplicada por 3,8. Esa órbita lo sitúa justo en el rango de distancias en el que el agua podría permanecer líquida, un requisito básico para la vida tal como la conocemos. Los científicos lo describen como un planeta “plausiblemente terrestre”, es decir, rocoso y no gaseoso, algo poco habitual en los sistemas de enanas rojas.

    Una concepción artística de GJ 251 c (izqda) / MICHAEL MARCHESCHI – M2DESIGN

    La cercanía de GJ 251 c abre una perspectiva apasionante: podría ser observado directamente. Los telescopios de 30 metros que entrarán en funcionamiento en las próximas décadas podrán obtener imágenes de exoplanetas como este.

    Desafíos y posibilidades

    Aunque se encuentra en la llamada zona habitable, eso no significa necesariamente que GJ 251 c sea habitable. Las enanas rojas, como su estrella anfitriona, emiten intensos destellos de radiación ultravioleta que pueden erosionar las atmósferas planetarias. Además, es probable que el planeta esté anclado por marea, mostrando siempre la misma cara a la estrella, con un hemisferio perpetuamente iluminado y otro sumido en la noche.

    No obstante, modelos climáticos recientes sugieren que, si cuenta con una atmósfera suficientemente densa o con océanos, podría mantener temperaturas templadas en una franja crepuscular. El equipo del estudio planea ahora usar simulaciones atmosféricas y observaciones del telescopio espacial James Webb para buscar trazas de gases y nubes.

    Un paso más hacia otra Tierra

    Con este descubrimiento, el catálogo de exoplanetas supera ya los 5.000 mundos confirmados, pero solo una fracción mínima se encuentra lo bastante cerca como para ser estudiada en detalle. GJ 251 c reúne todas las condiciones ideales: es relativamente grande, orbita una estrella tranquila y está tan próximo que los futuros telescopios podrán distinguirlo de su sol rojizo.

    Fuente: Rex Molón