Científicos de China identifican el ácido litocólico como clave en los beneficios del ayuno y ensayan un fármaco que simula sus efectos
Redacción
Ingerir pocas calorías retrasa el envejecimiento y alarga la vida porque eleva el nivel de ácido litocólico en el organismo, lo que desencadena una cascada de reacciones bioquímicas beneficiosas, según una investigación de la Universidad de Xiamen (China) que se presenta en la revista Nature.
Fármacos que reproduzcan los efectos del ácido litocólico podrían aportar los beneficios de la restricción calórica sin los sacrificios asociados y sin riesgo de causar desnutrición, aseguran los investigadores. “Hemos estado desarrollando un fármaco de este tipo, el aldometanib”, informa por correo electrónico Chen-Song Zhang, codirector de la investigación. “En los ensayos preclínicos [en ratones] no hemos visto ningún efecto adverso. Los ensayos clínicos [en personas] se están planificando”.
Existe otro fármaco ya autorizado para personas con diabetes tipo 2, la metformina, que incide en la misma cascada de reacciones bioquímicas. En personas con diabetes, la metformina reduce el riesgo de enfermedades asociadas al envejecimiento y alarga la vida. Aún no hay datos concluyentes sobre sus posibles beneficios en personas no diabéticas.
Célula mitocondria
La restricción calórica, que consiste en una dieta deliberadamente baja en calorías pero sin déficit de nutrientes para no caer en la desnutrición, ha alargado la vida en experimentos con gusanos, moscas, ratones y primates no humanos. Pero no se recomienda que las personas intenten hacer una dieta de este tipo ya que puede comportar pérdida de masa muscular y un riesgo elevado de sufrir desnutrición por falta de nutrientes esenciales.
Para identificar las moléculas responsables de los efectos beneficiosos de la restricción calórica, el equipo de la Universidad de Xiamen expuso ratones a una dieta estricta durante cuatro meses y a continuación les hizo análisis exhaustivos de sangre. Se compararon los resultados con los de otros ratones que habían tenido una dieta sin restricciones.
Los investigadores identificaron 335 moléculas que tenían niveles alterados en la sangre tras la restricción calórica. Se focalizaron en aquellas que afectan a la enzima AMPK, que investigaciones anteriores habían identificado como clave en los beneficios de la restricción calórica.
ÁCIDO LITOCÓLICO
Entre todas ellas, la que mostró un efecto más notable sobre AMPK fue el ácido litocólico. Se trata de un ácido que, en personas, está producido por la microbiota intestinal en el colon, principalmente por bacterias de los géneros Lactobacillus, Clostridium y Eubacterium.
A continuación, los investigadores administraron ácido litocólico a ratones de edad avanzada que no habían sido sometidos a restricción calórica. Los animales ganaron fuerza muscular (medida por la fuerza de agarre en las piernas) y capacidad cardiorrespiratoria (medida por el tiempo que corrían y la distancia recorrida). Los ratones mostraron una mayor actividad de las mitocondrias (las centrales de energía de las células, que van a menos con la edad); una mejor salud metabólica (con más tolerancia a la glucosa y menos resistencia a la insulina); y una capacidad aumentada de regeneración muscular (por una reactivación de las células madre de los músculos).
Una dieta deliberadamente baja en calorías pero sin déficit de nutrientes
CHEN-SONG ZHANG
“El ácido litocólico es uno de los metabolitos que está aumentado en el suero de humanos sanos después de 36 horas de ayuno”, escriben los investigadores en Nature. Por ello, consideran que las conclusiones del estudio en ratones son extrapolables a personas. “El ácido litocólico, o alguno de sus efectores en la ruta de la AMPK, podrían usarse potencialmente como fármacos rejuvenecedores”, declara Chen-Song Zhang en entrevista.
Esta molécula “no causa los efectos adversos de pérdida de músculo que se observan con la restricción calórica”, apuntan los investigadores en Nature. “Por lo tanto, proporciona una manera mejor que la restricción calórica de prolongar el tiempo vivido con buena salud”.
Fuente: lavanguardia.com y nature.com