Redacción
Además de ser ecológico y comestible, protege a la carne de bacterias contaminantes. Así es el film ‘inteligente’ desarrollado por un equipo de investigadores en Castilla-La Mancha que, quizás en un futuro próximo si logra pasar de la esfera universitaria a la industrial, podría sustituir al tradicional plástico transparente con el que hoy por hoy se cubren alimentos como las hamburguesas y otros productos cárnicos para conservarlos adecuadamente antes de su cocinado.
El nuevo material ha sido desarrollado por parte del grupo Bioforce del Instituto Botánico de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) gracias a la nanotecnología. Aseguran que se trata de un producto “totalmente ecológico y respetuoso con el medio ambiente”, pensado para ser utilizado como film de recubrimiento de alimentos cárnicos.
Se compone de nanopartículas de biopolisacáridos, extraídos de fuentes naturales, y encapsula en bajas dosis un ingrediente activo natural proveniente del aceite esencial de canela, el cinamaldehido.
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“Los films ecológicos, a través de sus nanopartículas, van liberando el ingrediente de manera sostenida, evitando la progresión de bacterias contaminantes en la carne a lo largo de su almacenamiento”, indican los investigadores de la UCLM.
Para evaluar su actividad, el grupo Bioforce ha realizado “pruebas muy agresivas inoculando con bacterias patógenas la carne previa a su protección con el film nanotecnológico y observando su alto grado de preservación microbiológica y organoléptica”.
A través de este “material activo”, los investigadores castellano-manchegos ofrecen una nueva alternativa a los actuales materiales plásticos y a los agentes conservantes de síntesis química en alimentos.
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Sobre los primeros recuerdan que “están generando un grave impacto medioambiental, sumando cifras de residuos contaminantes de 578 000 toneladas en los océanos y 42 000 en los ecosistemas agrícolas”. Y sobre los segundos dicen que “están el punto de mira por el incremento de reacciones de hipersensibilidad y la generación de resistencias en microorganismos”.
Fuente: El Español