Un reconocimiento de 1 millón de libras esterlinas por su exitoso modelo de conservación del bosque
Redacción
La semana pasada, la banda Coldplay anunció que abrirá allí su gira de conciertos The Music Of The Spheres (“Música de las esferas”) prevista para 2022, por la fama mundial de este pequeño país centroamericano en el uso de energías limpias. Y el domingo pasado, el príncipe Guillermo, duque de Cambridge, y su esposa le otorgaron a su gobierno el premio Earthshot en la categoría “proteger y restaurar la naturaleza”.
El premio también recuerda que este programa, que sostiene una parte importante de los bosques privados, sufre una presión económica creciente.
En la década de 1990, los vastos bosques de Costa Rica fueron devastados, llegando a la mitad de su tamaño anterior. Pero el pueblo de Costa Rica y su Ministerio de Medio Ambiente tenían un plan para salvarlos. Sus programas pagaban a los ciudadanos para que protegieran los bosques, plantaran árboles y restauraran los ecosistemas.
Los resultados fueron extraordinarios. Los bosques de Costa Rica duplicaron su tamaño. La flora y la fauna prosperaron, lo que provocó un auge del ecoturismo, que aportó 4000 millones de dólares a la economía.
El gobierno está aplicando este enfoque en las áreas urbanas. Opina que el 30 % de las tierras y los océanos del mundo podrían protegerse también de esta forma. Ganar el Premio Earthshot ayudaría a compartir esos conocimientos y prácticas a nivel mundial, especialmente en el Sur Global. El lema de Costa Rica es «pura vida o «pure life». Estas palabras podrían hacerse eco pronto en todo el mundo.
El plan ambiental premiado combina la conservación del bosque en áreas silvestres protegidas que pertenecen al Estado con la reforestación y preservación en terrenos que pertenecen a dueños privados.
En el caso del ámbito privado existe un sistema de pago por servicios ambientales (PSA), que consiste en una compensación económica para las personas que poseen fincas y que, en vez de usarlas para cultivos o ganadería, deciden conservar y proteger los árboles o incluso combinar esa protección con otras actividades productivas.
Además de capturar carbono, conservar los bosques es un buen negocio para Costa Rica, cuya industria turística depende en gran medida de su fama de país ecológico y sostenible. “Es lo que sucedía en Costa Rica antes de la ley forestal: el Ministerio de Hacienda era el que decidía cuánto presupuestaba. En cambio ahora, con los datos de Recope (la refinadora de petróleo del país) hay una estimación bastante cercana de cuánto será el ingreso. Eso nos permite a nosotros planificar a mediano y largo plazo”, indica el director de Fonafifo (Fondo Nacional de Financiamiento Forestal)
Con esa planificaciónse hacen contratos por cinco, diez y hasta 16 años para la conservación de los bosques y se mantiene el compromiso con los dueños, que en su mayoría tiene fincas pequeñas y medianas..
AMPLIO APOYO POLÍTICO
Además de tener una fuente de ingresos constante y una planificación adecuada, otra de las pistas para entender el éxito de Costa Rica en este campo parece ser el apoyo de distintos gobiernos.
El gobierno de Costa Rica se comprometió a proteger la riqueza marina del país, siguiendo el modelo que ha implementado en tierra continental. La isla del Coco será una de sus prioridades, dijo la ministra de Ambiente.
El lema de Costa Rica es “pura vida”
Al principio no fue fácil, contó el exministro Carlos Manuel Rodríguez al medio costarricense La Nación. “Costó mucho impulsar el programa en aquel momento”, dijo. “Pasados varios gobiernos, ha trascendido a las distintas administraciones, y estas han sabido adueñarse de los PSA y llevarlos adelante al margen de diferencias políticas”, precisa Rodríguez, quien lideró la creación del programa en el país y lo empezó a implementar en 1998.
Costa Rica es, según un informe de 2016 de la FAO, el primer país de Latinoamérica que logró revertir la deforestación. Los retos para sumar más hectáreas protegidas se han hecho más profundos en los últimos años. No tanto por falta de compromiso directo con el medio ambiente, sino por una serie de decisiones fiscales que tienen a Costa Rica sumida en una constante presión económica internacional.
Fuente: BBC