Los tiempos de las memorias flash y de los Blu-Ray podrían tener los días contados, y no se trata de que sean sustituidos por una nueva tecnología, sino por nuestro propio ADN.
Esta es la propuesta de Biomemory, una empresa francesa que quiere llevar el almacenamiento de datos que conocemos a un nivel supremo, básicamente utilizando el tejido de la vida, es decir el ADN, para salvaguardar ciertos datos digitales durante 150 años.
Básicamente la gente de Biomemory ha anunciado una tarjeta ADN, una tarjeta de tamaño similar a la de crédito estándar, y que podría almacenar 1 kilobyte de datos de texto, el equivalente a un correo electrónico de un par de párrafos.
Según comentan, esta nueva tecnología “demuestra el potencial de la computación molecular”. El texto se traduciría en una serie de A, C, G y T, que son los componentes básicos del ADN.
Luego esta hebra se sintetizaría, se secaría, y luego se tendría que sellar en la tarjeta de ADN. De hecho, comentan que el ADN es increíblemente denso para almacenar datos, y por ejemplo un solo gramo podría contener alrededor de 215.000 terabytes.
De esta forma, por ejemplo, ciertas personas podrían salvaguardar alguno de los secretos de su vida mediante esta tecnología y en su propio ADN, como puede ser una receta de éxito o las frases de recuperación de su billetera de criptomonedas.
Sin embargo, esta tecnología es inviable que se lleve de forma comercial, básicamente porque cuenta con un precio de 1000 € almacenar simplemente 1 kilobyte de datos de texto.
Por otra parte también hay que tener en cuenta, que se tardarían unas ocho horas solo en codificar 1 kilobyte. No queda ahí el tema, sino que luego habría que descodificarlo para recuperar estos datos, lo que sería abrir un nuevo proceso que implicaría rehidratar el ADN y luego secuenciarlo para leer el mensaje.
En todo caso, la gente de Biomemory quiere combatir el cambio climático con esta tecnología de almacenamiento, de la que dicen que reduce la huella ambiental considerablemente, y que encima promete una vida útil de al menos 150 años.
Fuente: Computer Hoy