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    Cómo alcanzar el ‘estado de flow’

    Redacción

    En la psicología positiva, el ‘estado de flow’ es el estado mental de una persona que está completamente inmersa y enfocada en algo, participando y disfrutando de dicha actividad. Es el fluir completamente con lo que uno hace, el momento en el que cuerpo y mente están conectadas, ese punto en el que no existen otras distracciones y parece que el tiempo se haya detenido. Los sentidos se agudizan cuando estamos completamente enfocados en algo, porque acción y conciencia se sincronizan y trabajan en la misma dirección.

    Esta expresión fue popularizada por el psicólogo húngaro-estadounidense Mihaly Csikszentmihalyi, que defendía que los humanos somos susceptibles de convertir actividades monótonas de nuestra vida en experiencias placenteras, que ayuden a potenciar la autorrealización personal. Según su teoría, el ‘estado de flow’ puede surgir haciendo cualquier cosa, desde una actividad física, un trabajo creativo, en el ámbito laboral o realizando cualquier sencilla tarea cotidiana.

    Una vez que se logra llegar a este estado, se produce una sensación de éxtasis y claridad

    La clave está en que, una vez que se logra llegar a este estado, se produce una sensación de éxtasis y claridad, que permite saber lo que hay que hacer a cada momento. Así lo explicaba el propio Csikszentmihalyi, jefe del departamento de Psicología de la Universidad de Chicago, en una charla TED en la que dice que, casi desde niño, había sentido un gran interés por entender el origen de la felicidad. Más aún cuando los estudios demuestran que “el bienestar material no está directamente relacionado con la felicidad de las personas”, a no ser que falten recursos básicos, como también decía Abraham Maslow.

    El creador de este concepto, fallecido el pasado año, apuntaba que “lo que siempre traté de entender es en qué punto de nuestra vida cotidiana, en nuestra experiencia normal, nos sentimos realmente felices”. Para ello, comenzó a estudiar a las personas creativas, para entender “qué les hacía sentir que merecía la pena pasar por la vida creando algo con lo que, muchos de ellos, no esperaban fama ni fortuna”. Definió el éxtasis como “el paso a una realidad alternativa”.

    Estar totalmente involucrado en un proceso, explica, supone que no resta capacidad de atención para nada más, ni siquiera para ser consciente de sensaciones corporales como el cansancio, ni de problemas que se puedan tener en la vida, porque toda la capacidad cerebral está enfocada en la acción. Las personas a las que entrevistó definían este estado como un flujo espontáneo, por lo que el experto decidió llamarlo ‘experiencia de flujo’ o, lo que es lo mismo, “estado de flow”.

    Para llegar a este estado, dice su creador que tienen que darse siete condiciones:7 condiciones para el estado de Flow 1 Estar totalmente concentrado y enfocado en lo que estás haciendo. 2 Sentido del éxtasis, estar absolutamente alejado de la realidad cotidiana. 3 Gran claridad interior, sabiendo qué hay que hacer a cada instante y cuál es la mejor forma de hacerlo. 4 Saber que es posible hacerlo, que nuestras habilidades son adecuadas para realizar la tarea. 5 Sensación de serenidad, no estar preocupado por uno mismo, sino sentir que eres parte de algo más grande. 6 Sentir que el tiempo se detiene, no tener noción del paso de los minutos, estar solamente enfocado en el presente. 7 Tener motivación intrínseca, sentir que el acto es motivador por sí mismo, sin la necesidad de recibir un reconocimiento externo.

    Hay personas que tienen una mayor habilidad para llegar a este ‘estado de flow’. Otras, menos. Pero esto se puede entrenar, comenzando por las tareas más motivadoras a las que nos enfrentamos, por nuestras pasiones, que nos puedan colocar en una zona alejada de las distracciones. Este estado mental es más complicado de alcanzar en períodos de relajación, mientras que las actividades desafiantes nos acercan a él, porque requieren más compromiso, nos hacen traspasar la zona de confort.

    Fuente: La Vanguardia