Redacción
Cepsa y Binter han suscrito recientemente un acuerdo para impulsar la descarbonización del sector aéreo mediante el desarrollo e investigación de combustibles sostenibles para la aviación (SAF, por sus siglas en inglés). Asimismo, a través de esta alianza también se desarrollarán otras alternativas energéticas, como el hidrógeno renovable y la electrificación, para las flotas terrestres de la aerolínea (vehículos para el suministro, las operaciones de carga y descarga de equipajes, asistencia a los aviones, etc).
Durante la firma del acuerdo, el presidente de Binter, Rodolfo Núñez, ha subrayado: “Con esta alianza, damos un paso muy importante en el objetivo de Binter de prestar el servicio de transporte aéreo de la forma más sostenible posible, para lo que es esencial impulsar el consumo de nuevos combustibles con bajo impacto medioambiental, que pronto podremos empezar a aplicar a nuestros vuelos, gracias al trabajo conjunto con Cepsa”.
Pierre-Yves Sachet, director de Mobility y New Commerce de Cepsa, ha destacado: “En Cepsa trabajamos para proporcionar soluciones innovadoras que fomenten la movilidad sostenible. Este acuerdo es un buen ejemplo, con el que contribuimos además a la competitividad del sector turístico en España, siendo Canarias su principal referente”.
Por su parte, Carlos Barrasa, director de Commercial & Clean Energies de Cepsa apunta que “con esta alianza continuamos acelerando la descarbonización del transporte aéreo y de nuestros clientes. Además, reforzamos el compromiso de Cepsa con el crecimiento económico y sostenible de Canarias, región en la que estamos presentes desde hace más de 90 años”.
Huella de carbono
El desarrollo de combustibles sostenibles para la aviación (SAF) es una prioridad para ambas compañías como herramienta para continuar reduciendo la huella de carbono del transporte aéreo y contribuir así a la lucha contra el cambio climático y la consecución de la Agenda 2030.
En concreto, esta alianza apoya varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible: ODS 7 (garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna), ODS 8 (promover el crecimiento económico inclusivo y sostenible, el empleo y el trabajo digno), ODS 12 (garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles) y ODS 13 (adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos).
Cepsa está trabajando en un ambicioso plan para dar un giro verde a todos sus negocios y convertirse en un referente de la transición energética. La compañía es uno de los principales suministradores de combustibles para la aviación del mercado español y, en particular de las Islas, donde tiene una presencia relevante en todos sus aeropuertos.
Además, Cepsa cuenta con una amplia experiencia en la producción de combustibles sostenibles en sus centros industriales y desarrolla estudios pioneros a nivel mundial para convertir desechos y aceites usados en combustibles de origen renovable de alto valor energético.
Binter ha convertido la sostenibilidad en uno de sus ejes de actuación y desde hace años estudia e implanta medidas para reducir el impacto de su actividad sobre el medio ambiente. La aerolínea ha sido líder en España en la implantación de una flota de tierra ecológica compuesta por equipos eléctricos y de menor consumo y ha abanderado medidas como la sustitución de los plásticos de un solo uso en el servicio a bordo por elementos menos contaminantes. Además, cuenta con una de las flotas de aviones más jóvenes del país, lo que le permite aprovechar las mejoras introducidas por los fabricantes para reducir tanto el consumo como las emisiones.
APUESTA POR LOS COMBUSTIBLES SOSTENIBLES
Este acuerdo entre Cepsa y Binter está en línea con el conjunto de medidas Fit for 55 de la Comisión Europea, que incluye una iniciativa legislativa denominada ‘RefuelEU Aviation’, que pretende impulsar la oferta y demanda de combustibles sostenibles para la aviación en la Unión Europea, alcanzando un uso de, al menos, el 2% en 2025, el 5% en 2030 y el 63% en 2050.
Los combustibles sostenibles para la aviación (SAF) tienen un papel clave en la descarbonización del turismo y del transporte aéreo. Estos combustibles se producen a partir de materias primas circulares que no compiten con la alimentación, como aceites usados de cocina, desechos animales de uso no alimentario o restos biodegradables procedentes de distintas industrias. En comparación con el combustible convencional, el SAF puede reducir las emisiones de la aviación hasta en un 80% respecto al queroseno convencional, según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).
Además, aportan otros beneficios: impulsan la economía circular, aumentan la independencia energética (y, con ella, la seguridad de suministro), aseguran el mantenimiento de un importante motor de la economía española (200.000 empleos de calidad) y pueden utilizarse de manera inmediata sin necesidad de renovar la flota y aprovechando las infraestructuras de suministro actuales.
Fuente: Binter