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    La conservación preventiva de la Catedral de Sevilla, ejemplo de buenas prácticas en el ‘Libro Verde’

    Redacción

    El Libro Verde para la gestión sostenible del patrimonio cultural cuenta entre sus ejemplos de buenas prácticas con el trabajo de conservación preventiva que se viene realizando durante las últimas décadas en la Catedral de Sevilla, que ha supuesto no sólo una mejora en las condiciones de conservación del conjunto, sino un ahorro considerable, ya que no ha sido necesario acometer grandes restauraciones en todo este tiempo. Los restauradores revisan anualmente su estado y hacen pequeños trabajos de conservación antes de que se produzcan graves deterioros.

    Se han realizado tareas principalmente de consolidación y limpieza de la piedra de la fachada renacentista, así como de La Giralda. Pero también se ha procedido a la elaboración y sustitución de multitud de piezas desgastadas como gárgolas, pináculos completos y diferentes decoraciones labradas como jarrones, flameros, arcos y vidrieras.

    Cúpula de la Catedral. Foto: TURISMO DE SEVILLA

    Las vidrieras, de hecho, están siendo restauradas dentro de una programación ordenada, en la que se actúa sobre una o dos de ellas cada año. Esta intervención se realiza también sobre la tracería que las soporta, al colocarse un vidrio transparente de protección en el exterior, de modo que la vidriera histórica se separa unos centímetros del vidrio exterior. Se forma, así, una cámara ventilada que evita las condensaciones.

    Se ha reducido el uso de biocidas comerciales tóxicos, consolidantes en piedra sintéticos e hidrofugantes. Se han sustituido por etanol, ácido acético y agua de cal. También se han adecuado los tiempos de trabajo a losperíodos de cría de los vencejos a los que les han colocado cajas para evitar la acumulación de suciedad sobre el bien.

    El Cabildo de la Catedral también consiguió suprimir del tráfico rodado por la Avenida de la Constitución,causa de un peligroso ennegrecimiento de los muros. Ello fue posible gracias a la peatonalización que se llevó a cabo en el gobierno del socialista Alfredo Sánchez Monteseirín. Una actuación que no estuvo exenta de polémia.

    Se ha intervenido en instalaciones como las redes de electricidad, alumbrado o megafonía, situados en la actualidad a través de una galería subterránea que discurre por toda la planta de la Catedral. Este sistema permite la retirada del cableado superficial. También se ha actuado en las condiciones de iluminación, con una renovación que supone un ahorro energético y una mejora en la gestión de los encendidos.

    Catedral de Sevilla. Foto: TURISMO DE SEVILLA

    Todos estos trabajos los han llevado a cabo técnicos del templo metropolitano, junto con empresas especializadas en restauración y cantería, además de contar con la asistencia y supervisión técnica del Instituto del Patrimonio Cultural de España.

    El Libro Verde de gestión sostenible del patrimonio cultural, presentado recientemente por el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, durante la reunión informal de ministros de Cultura celebrada en Cáceres en el marco de la Presidencia Española del Consejo de la Unión Europea, busca avanzar en la construcción de un modelo de gestión común que permita hacer frente a los retos presentes y futuros, velar por lacoherencia entre las políticas nacionales y los estándares internacionales, fomentar la cooperación entre gestor y comunidad, promover la implantación de instrumentos de evaluación y control e incentivar la adopción de un enfoque proactivo en relación con el desarrollo sostenible.

    También plantea cuestiones a las que dar respuesta o sobre las que plantear reflexiones: cómo conciliar la conservación del patrimonio cultural con la conciencia ecológica, cómo aplicar criterios de eficiencia energética o cómo conseguir que la tradición se convierta en una aliada para la gestión sostenible.

    El Libro verde aspira a lograr la inclusión social a través del patrimonio cultural, facilitar su accesibilidad universal o involucrar a la sociedad en su gestión, como otros de los grandes retos a los que propone enfrentarse para favorecer la democratización y la gobernanza ciudadana. Junto a ellos, propone que la gestión económica de los bienes culturales pueda ser contemplada desde una perspectiva sostenible.

    Fuente: diariodesevilla