Aladino Montes encontró al animal herido hace una década en Nava (Asturias)
Redacción
El animal cada día acude a un restaurante del concejo asturiano de Nava (España). Y no lo hace para buscar comida, sino para ver a su amigo Aladino, el propietario del establecimiento. La historia de su amistad se remonta doce años cuando Aladino Montes, hostelero con un bar en el concejo, recogió a Bambi del monte cuando tenía tan solo unos días.
La madre de Bambi había fallecido por lo que la pequeña cervatilla estaba sola y desamparada. Aladino la alimentó con un biberón hasta que la cierva se hizo mayor. Es una cierva salvaje, vive en libertad, pero todos los días visita en su restaurante de la Sierra de Peñamayor al hostelero.
Bambi y Aladino nunca han perdido el contacto diario. Cada día, los clientes del restaurante Les Praeres pueden esperar pacientes la llegada de la cierva, que acude sin fallo a visitar a su amigo. Juntos también recorren los montes en largos paseos donde disfrutan de la compañía mutua y protagonizan una historia de convivencia desde Asturias de esas de tomar nota.
Aladino la sigue cuidando y le da comida, caricias y compañía. Salen juntos a andar durante horas por el monte. Y hasta le ha pintado unas rayas en el pelaje para que todos los cazadores de la zona no la maten por equivocación. Una historia muy especial y una bonita amistad entre un hombre y una cierva.
La historia de su amistad comenzó hace doce años cuando Aladino Montes, hostelero en un restaurante de la Sierra de Peñamayor, en el concejo de Nava, recogió a la cervatilla del monte para cuidarla. En aquel momento, el animal tenía tan solo unos días y estaba solo y desamparado porque su madre había fallecido. Desde entonces, el hostelero asturiano le alimentó con un biberón hasta que se hizo mayor.
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HISTORIA CONMOVEDORA
Aladino bautizó a la cervatilla con el nombre de Bambi porque tenía unas manchas muy parecidas a las del ciervo del famoso cuento y ahora, aunque es una cierva salvaje y vive en libertad, todos los días se acerca hasta el restaurante para hacerle compañía.
Además, admite que practicaba el furtivismo para comer, pero que desde que tiene a Bambi prefiere morirse él que matar a un venado. Asimismo, le ha pintado unas rayas en el pelaje para que todos los cazadores de la zona no la maten por equivocación.
Fuente: elfielato.es – lne.es y 20minutos.es