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    Alimentos que protegen, regeneran y nutren la piel

    Redacción

    La relación de la alimentación y ciertos nutrientes con el estado de salud de la piel ha sido objeto de numerosos estudios durante las últimas décadas, y los resultados constatan que la ingesta de ciertos nutrientes puede mejorar su aspecto, contribuir a frenar su envejecimiento e, incluso, mejorar algunas patologías dermatológicas.

    El primer factor a tener en cuenta es el agua. Es importante asegurar una suficiente hidratación para permitir que la piel, y el resto de órganos del cuerpo, trabajen correctamente. Para ello, se recomienda hidratarse de forma suficiente y a intervalos regulares, especialmente en épocas de calor, cuando se practique ejercicio físico o en situaciones estresantes, todas ellas circunstancias relacionadas con un aumento de la sudoración y, en consecuencia, de la pérdida de líquidos, lo que deriva en una disminución de la hidratación. Eso no implica que beber más mejore la salud de la piel, pero sí que una hidratación insuficiente puede repercutir negativamente tanto en su estado como en su aspecto.

    El selenio, presente en pescados, mariscos, cereales, huevos, frutas y verduras se asocia
    con un menor riesgo de cáncer de piel

    En cuanto a la dieta, está demostrado que una alimentación variada y equilibrada es necesaria para mantener un buen estado de salud, también de la piel. En este caso, las recomendaciones no varían de las pautas generales de dieta saludable, que se basan en un predominio de frutas, verduras, legumbres, cereales integrales, hidratos de carbono complejos, proteínas magras de calta calidad, aceites vegetales y ácidos grasos ricos en vitaminas, minerales y sustancias antioxidantes. Pero sí hay algunos nutrientes esenciales que se relacionan estrechamente con la salud cutánea.

    Cítricos

    Es el caso, por ejemplo, del grupo de los cítricos y los kiwis, ricos en vitamina C, una sustancia necesaria para la producción de colágeno que, a su vez se asocia con una mejora de la elasticidad de la piel, activa sus defensas e interviene en la síntesis del colágeno. También las frutas y verduras de tonalidades naranjas, que contienen betacarotenos, precursores de la vitamina A y con efecto protector frente a las quemaduras solares (favorecen el desarrollo de pigmentos cutáneos), tienen acción antioxidante y contribuyen a neutralizar el efecto de los radicales libres, responsables del envejecimiento, la falta de firmeza o una menor elasticidad de la piel. Las rojas, por su parte, como los frutos del bosque, las fresas, la sandía o el tomate incluyen licopenos en su composición, y las uvas, resveratol, también con poder antioxidante.

    Otros alimentos con similares propiedades son las verduras, especialmente las de hoja verde, como las acelgas, el brócoli o las espinacas, así como los frutos secos como las nueces, las almendras o las semillas de chía, muy ricos en vitamina E, con efecto antioxidante, y ácidos grasos, que se relacionan con una mejora de la hidratación y la elasticidad cutáneas. Otros ácidos grasos, como los poliinsaturados omega 3 y 6, pueden influir en la mejora de la piel seca, el enrojecimiento o la inflamación. Se encuentran en pescados como el salmón, las sardinas o las truchas y aceites vegetales como el de girasol o maíz.