Reduce las respuestas inflamatorias y previene la apoptosis de las células sanguíneas periféricas en adultos sanos
Redacción
El objetivo de este estudio fue investigar los efectos del consumo de agua hidrogenada sobre el estrés oxidativo y las funciones inmunes en adultos sanos utilizando enfoques sistémicos de nutrición bioquímica, celular y molecular. En un estudio aleatorio, doble ciego y controlado con placebo, donde los adultos sanos (20 a 59 años) consumieron 1,5 l/d de agua hidrogenada (20 de ellos) o agua corriente (18 de ellos) durante 4 semanas. Los cambios desde el inicio hasta la cuarta semana en el potencial antioxidante biológico sérico, en los derivados del oxígeno reactivo y en la “8-Oxo-2′ (derivado oxidado de la desoxiguanosina), no difirieron entre los grupos; sin embargo, en los mayores de 30 años, el potencial antioxidante biológico aumentó más en el grupo de agua hidrogenada que en el grupo de agua corriente.
La apoptosis de células mononucleares de sangre periférica fue significativamente menor en el grupo de agua hidrogenada. Más notablemente, las redes transcripcionales de respuestas inflamatorias y la señalización de NF-κB (factor nuclear potenciador de las cadenas ligeras kappa de las células B activadas), estaban significativamente reguladas a la baja en el grupo de agua hidrogenada. Estos hallazgos sugieren que el agua hidrogenada aumenta la capacidad antioxidante, reduciendo así las respuestas inflamatorias en adultos sanos.
El estrés oxidativo indica un estado en el que el exceso de especies reactivas de oxígeno sobrepasa la capacidad antioxidante biológica, lo que conduce a la alteración de la homeostasis de las especies reactivas de oxígeno y al daño celular. Es importante que las células mantengan niveles moderados de especies reactivas de oxígeno para realizar funciones fisiológicas normales. Los niveles excesivos de especies reactivas de oxígeno son responsables del daño oxidativo del ADN y los lípidos, lo que puede provocar la muerte celular. Además, el estrés oxidativo puede provocar respuestas inflamatorias que pueden aumentar aún más el estrés oxidativo. Como resultado, el estrés oxidativo puede actuar para precipitar la inflamación crónica, con afecciones patológicas que desencadenan diversos trastornos que incluyen enfermedades cardiovasculares, síndrome metabólico, trastornos neurodegenerativos y cáncer.
No hay duda de que el estrés oxidativo juega un papel central en la patogénesis de diversas enfermedades crónicas. Como resultado, ha sido de creciente interés evaluar los efectos coadyuvantes de los agentes antioxidantes en los alimentos sobre la prevención y el alivio de estas enfermedades. Recientemente la FDA (Agencia de Drogas y Alimentos de los EE. UU.) reconoció el gas hidrógeno (H2) como aditivo alimentario cuando se usa en agua potable o bebidas y los declaró generalmente reconocidos como seguros.
El H2 puede ser un antioxidante novedoso debido a su capacidad para eliminar selectivamente oxidantes fuertes como el radical hidroxilo. En modelos de lesión por isquemia / reperfusión, el H2 previno el daño tisular y redujo el tamaño del infarto. En modelos de ratas de trastornos neurodegenerativos, incluidas las enfermedades de Parkinson y Alzheimer, la administración de H2 mejoró la función de memoria de las ratas y retrasó la progresión de la enfermedad. Algunos ensayos clínicos también han determinado el efecto del H2 en varias enfermedades, incluido el síndrome metabólico, la artritis reumatoide, la hepatitis B crónica y la enfermedad de Parkinson.
Aquí, el objetivo fue investigar los efectos del consumo de agua rica en H2 en adultos sanos a través de análisis exhaustivos de la capacidad antioxidante, subconjuntos de células mononucleares de sangre periférica y su perfil de transcriptoma y comparar los efectos del consumo de agua hidrogenada con aquellos de consumo de agua corriente.
Fuente: Nature