Carlos Curbelo / NoticiasPositivas.press
El nombre de allium proviene de los antiguos romanos y significa cebolla o puerro. El género allium incluye plantas muy conocidas por todos nosotros que se pueden comer, dentro de esta familia encontramos: la cebolla, puerros o chalotas.
El allium es una planta bulbosa que es perfecta para decorar, su flor es realmente preciosa. Puede llegar a medir hasta 1,5 metros y sus flores se dejan ver durante la primavera, desapareciendo cuando llega el frío, hasta la siguiente floración.
Su flor está compuesta por multitud de flores diminutas en forma de inflorescencia y de color violeta. Sus hojas son muy anchas y carnosas, en ellas almacena el agua y son de color verde grisáceo.
El allium es una flor que necesita una exposición directa al sol. Aunque pueda parecer contradictorio se adapta muy bien a los climas fríos, es capaz de soportar grandes heladas.
En cuanto a las necesidades de agua, tampoco es nada exigente. Puede llegar a soportar sequías y esto hace que se pueda cultivar por todo el mundo. No hay que regar el allium a menos que la tierra esté muy seca porque es muy propensa a que le aparezcan hongos. Los mejores suelos para estas plantas son ligeros y fértiles, donde el agua no se encharque.
Si por alguna razón, rompemos un poco al allium se podrá notar un olor muy familiar que proviene de los bulbos, hojas y tallos olor a cebolla.
Con esta composición realizada en envases de cristal de diferentes proporciones, reforzada con la utilización de tallos de corilus y el uso de las hojas de la propia planta, se consigue una ambientación de carácter rústico e ideal para la decoración de mesas en esta época de comienzo del verano.