Stan Laurel y Oliver Hardy formaron una pareja de cómicos de los años veinte que hicieron reír a varias generaciones
Redacción
Coincidiendo con el reciente aniversario del nacimiento (16 de junio de 1890) de Stan Laurel, el Flaco de la pareja de cómicos de los años 20, hablamos de ellos en nuestro Mundo Sonrisa.
El Gordo y el Flaco fue el nombre que se le puso en español al dúo cómico Laurel and Hardy, aunque ocasionalmente en español también se les llama así.
Lo formaban los actores Oliver Hardy (el Gordo) y Stan Laurel (el Flaco) que hicieron reír a varias generaciones.
Laurel provenía de una familia bien de Gran Bretaña y Hardy de un conservador clan del sur de Estados Unidos.
Su carrera como pareja se prolongó hasta la segunda mitad del siglo XX.
Según explica Fotogramas en un reportaje sobre ambos, la primera película en la que aparecieron, The lucky dog no los tuvo a ellos como protagonistas y, de hecho, ni siquiera se cruzaban demasiado a lo largo del metraje. Por aquel entonces, 1921, ambos habían sudado la gota gorda para llegar a la Costa Oeste y encauzar su vida profesional.
Laurel lo consiguió gracias a una compañía teatral con la que había debutado en Nueva York. Hardy había hecho docenas de pequeñas películas en Florida que allanaron su camino hacia el séptimo arte. Ninguno de los dos imaginaba entonces la fuerza que tenían como pareja.
El que sí supo verlo fue el productor Hal Roach, que en 1927 produjo para ellos The Second Hundred Years. En esa película figuraba como supervisor Leo McCarey, que años más tarde se convertiría en uno de los grandes de la comedia clásica. Entre Roach y McCarey descubrieron que el Gordo y el Flaco eran una auténtica mina de oro. Héroes de tachuela, De bote en bote, El abuelo de la criatura, Fra Diavolo, Un par de gitanos o Dos pares de mellizos fueron algunos de los cortos y mediometrajes que protagonizaron con éxito.
Sus torpezas, caídas y gritos en la gran pantalla hipnotizaban a los espectadores y contentaban a su productor, que veía como unas producciones de escaso presupuesto generaban grandes ingresos en taquilla.
Su carrera como pareja se prolongó hasta la segunda mitad del siglo XX
Aquel éxito no tuvo consecuencias fáciles. Las discusiones entre Laurel, verdadero autor y cerebro de los gags, y Hal Roach, eran bastante habituales. El productor trató de despedirle y formar una nueva pareja cómica formada por Hardy y el veterano Harry Langon pero finalmente se rindió a la evidencia: el ‘Gordo’ no era nadie sin el ‘Flaco’. Pese a todo, a principios de los años 40 Stan y Ollie comenzaron a vivir un declive del que no los salvó ni su traslado a estudios más poderosos como la Metro-Goldwyn-Mayer, territorio que ya ocupaban otros cómicos como los hermanos Marx.
En sus vidas personales también se encontraron bastantes dificultades. Laurel se casó en ocho ocasiones con cinco mujeres distintas y Hardy vivió un segundo matrimonio marcado por el alcoholismo de su esposa. Mientras tanto, los contratos menguaban y las giras por Europa, último refugio de las viejas estrellas, se multiplicaban. En 1951 protagonizaron Utopía, un desastre en todos los sentidos que los acabó alejando definitivamente del cine. A mediados de los 50 sus actuaciones televisivas y sus incursiones en los espectáculos europeos fueron bastante habituales. Hasta el triste día en el que Hardy sufrió un derrame cerebral y ya nada volvió a ser igual.
Cuando murió, en agosto de 1957, Laurel no tuvo la fuerza suficiente para ir a su entierro. El que había sido su amigo y compañero profesional había desaparecido y él se juró a sí mismo no volver a actuar jamás. Y aunque apadrinó a nuevos talentos como el de Dick van Dyke, cumplió su promesa hasta el final. Él mismo moriría en febrero de 1965 llevándose consigo el recuerdo del tándem que había formado con Hardy; la memoria de dos amigos y colegas que alegraron las tardes de cine de muchos espectadores que dejaron sus penas fuera de la sala gracias a ellos.
Fuente: Fotogramas