Los movimientos de las bocas de los actores y actrices se adaptan a cualquier idioma de una manera sorprendentemente realista para respetar los guiones originales de las películas
Redacción
Cuando el director británico de cine Scott Mann vio su película Heist (2015) doblada a otros idiomas se horrorizó: los estudios de doblaje habían cambiado los diálogos originales para que la lengua de cada país encajara con los movimientos de las bocas de los actores y actrices. El resultado fue que el trabajo del equipo de guionistas se fue al traste y la película perdió la calidad y el sentido que Mann le dio al rodarla en inglés.
Este caso no es el único, el problema también lo tienen todos los cineastas cuyas películas son dobladas. Por este motivo, Mann decidió investigar cuál era la mejor manera de producir un doblaje sin tener que cambiar ni una coma de los diálogos. Y lo que descubrió fue que la clave estaba en la tecnología. Más concretamente en la inteligencia artificial.
Después de algún tiempo, las empresas Flawless AI —confundada por Scott Mann— y Max Planck han creado un software que permite modificar los movimientos de la boca y los gestos de las personas para adaptarlos a cualquier idioma de una forma muy realista.
Como cualquier avance de la tecnología, este también es controvertido. Ya hay voces que advierten sobre el peligro de que este software se utilice para manipular mensajes. Pero, mientras tanto, el resultado de las pruebas que se han realizado con alguno actores son sorprendentes y aún lo serán más, ya que el software está siendo perfeccionado. Basta ver el vídeo facilitado por Flawless AI, en el que, entre otros, aparecen Tom Cruise y Jack Nicholson doblados en francés.
Fuentes consultadas: Reuters.