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    La semilla que reduce el colesterol, los triglicéridos y ayuda al corazón

    Redacción

    La linaza es una de esas semillas que nadie se espera que pueda aportar tantos beneficios a la salud, porque no es una de las más conocidas o utilizadas en la cocina, por lo menos así sucede en España. Es rica en fibra, omega-3 y vitamina E, entre otros, ayuda con el estreñimiento, a reducir el colesterol, los triglicéridos y el azúcar en sangre, tiene propiedades relajantes y antiinflamatorias, lo que puede mejorar la salud cardiovascular, porque ayuda a reducir los factores de riesgo de enfermedades cardiacas, como la presión arterial.

    Las semillas de lino también contienen lignanos, complejos fenólicos con una gran actividad antioxidante, lo que favorece una vez más la salud cardiovascular, también se estudian sus propiedades anticancerígenas. También contiene luteína y zeaxantina, carotenoides antioxidantes que protegen la retina de los ojos, es rica en nutrientes con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias, como el omega-3 o el omega-6, que mejoran la salud de las arterias. Aporta calcio y magnesio, protegiendo los huesos, y contiene triptófano, que ayuda a producir la melatonina y la serotonina.

    A pesar de todos estos beneficios, la linaza es principalmente conocida por su contenido en fibra insoluble, que reduce la velocidad de absorción del azúcar de los alimentos, ayudando a controlar los niveles de glucosa en sangre, reducen la absorción de grasas, lo que reduce los niveles de colesterol, promueve la sensación de saciedad, ayudando en la pérdida de peso, y combate el estreñimiento.

    Se puede encontrar en semillas enteras y molidas, aunque suele recomendarse más de la segunda manera, en forma de harina, porque resultan más fáciles de digerir y de aprovechar todos sus beneficios. Una vez que se tiene la harina, lo ideal es emplearla en la cocina como otras harinas, para hacer galletas, bizcochos o pan, generalmente mezclándola con otras harinas. También puede añadirse a otros postres, como yogures solos o con frutas, o a platos principales, como ensaladas. 

    Fuente: 20 minutos