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    Adiós a la cremallera, el clásico cierre cambia por primera vez en 100 años

    Redacción

    La moda está en constante evolución y cambio. Lo que hoy parece que marca tendencia, llena los escaparates y lucen incluso en las pasarelas, a la siguiente temporada, ha quedado relegado a un segundo plano en el sector. No obstante, hay un elemento que no sucumbe a estos cambios de preferencias y continuamente aparece en pantalones, chaquetas, abrigos, pero también en maletas y sacos de dormir. Hablamos de la clásica cremallera, ese cierre universal de prendas y otros objetos cuya gran finalidad es proteger.

    Fue en 1913 cuando Gideon Sundback patentó este mecanismo consistente en dos filas de dientes de metal o de plástico acompañadas de un clip deslizante y una tira de tela que las une. Durante 100 años se ha mantenido sin modificaciones, pero puede que este reinado de la clásica cremallera toque a su fin, y los responsables están en Japón.

    YKK, la empresa que fabrica el 50% de las cremalleras del mundo, ha introducido una modificación: eliminar la tela, un elemento que a ojos de sus creadores resulta innecesario. La idea, bautizada como AiryString, surgió de la colaboración de la compañía con JUKI Corporation, líderes en máquinas de coser, y propusieron quitar dicha fina tira de tela a los dientes de la cremallera para darle una mayor ligereza y flexibilidad, adhiriéndose así de una forma mucho más natural al tejido.

    Fue en la Feria de Osaka de 2022 cuando presentaron esta patente, si bien la investigación para hacer el diseño comenzó mucho antes, el cual necesito de varios replanteamientos de los procesos de producción. 

    De esta forma, marcas como Descente Japan incorporó AiryString en sus chaquetas deportivas en 2022, mientras que The North Face también hizo lo mismo en su línea Summit Series Advanced Mountain Kit. Las conclusiones tras la experiencia, tal y como recogen en el medio griego ifemerida, hablan de un diseño natural que huye de la sensación mecánica de las cremalleras tradicionales para aportar un nuevo mecanismo mucho más ligero en el deslizamiento, sin apenas hacer fuerza.

    Fuente: Huffpost