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    El lince ibérico criaba en cuevas, un hallazgo clave para su protección

    La reconstrucción de cómo vivían estos felinos en el pasado podrían servir hoy para preservar la especie más amenazada de Europa

    Redacción

    Un equipo de científicos españoles liderado por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) ha dado un paso crucial para entender el comportamiento reproductivo del lince ibérico (Lynx pardinus) durante el Pleistoceno superior. La investigación, publicada en la revista Scientific Reports, reconstruye cómo vivían estos felinos hace más de 50.000 años, utilizando fósiles encontrados en yacimientos de Barcelona y comparándolos con ejemplares actuales.

    El trabajo, liderado por la catedrática Nuria García, del Departamento de Geodinámica, Estratigrafía y Paleontología de la UCM, introduce una metodología innovadora para estimar la edad de muerte en ejemplares de lince. Lo hace mediante el uso de radiografías no invasivas, que permiten analizar el desarrollo dental sin dañar los fósiles.

    Este enfoque ha permitido clasificar a los linces en distintas etapas vitales, desde neonatos hasta adultos, lo que ofrece una nueva forma de leer el registro fósil como si fuera un diario de vida. El avance no solo mejora el conocimiento paleontológico, sino que también podría ser útil para monitorizar especies en peligro de extinción de forma ética y replicable.

    El análisis se centró en dos yacimientos catalanes: Terrasses de la Riera dels Canyars (Gavà) y Cova del Gegant (Sitges). Según Israel Jiménez, investigador predoctoral y primer autor del estudio, los resultados muestran diferencias claras en el uso de estos refugios por parte de los linces del pasado.

    En Riera dels Canyars, los fósiles abarcan varias etapas del desarrollo juvenil, lo que sugiere que las crías permanecían largo tiempo en la zona. Por el contrario, en Cova del Gegant predominan neonatos, lo que indica un uso exclusivo como refugio para el parto y las primeras semanas de vida. Esta distinción arroja luz sobre cómo las hembras elegían lugares seguros para la crianza, una práctica que sigue vigente, aunque con diferencias, en las poblaciones actuales.

    Lince ibérico. Foto: PIXABAY

    Hoy en día, el lince ibérico vive en zonas de matorral mediterráneo del sur de España y Portugal. En lugares como Doñana, donde no hay cuevas, las hembras optan por huecos de árboles o arbustos densos como cubiles. Sin embargo, el registro fósil demuestra que su comportamiento era mucho más adaptable, ocupando zonas rocosas como el Macizo del Garraf, en las que las cavidades naturales ofrecían protección.

    Esta plasticidad ecológica sugiere que el lince ibérico ha sido históricamente capaz de adaptar sus estrategias reproductivas al entorno, algo fundamental para su supervivencia en un contexto de cambio climático y pérdida de hábitat. Conocer esta capacidad puede ser clave para planificar acciones de reintroducción y conservación, sobre todo en territorios donde se intenta restaurar poblaciones viables.

    Más allá de su valor histórico, esta investigación abre nuevas posibilidades en el presente. El método de estimación de edad mediante rayos X, basado en el cierre de la cavidad pulpar en los dientes, no solo es ético y replicable, sino que podría aplicarse también a ejemplares vivos o recientemente fallecidos sin necesidad de técnicas invasivas.

    Fuente: cronicanorte