Científicos trazan un árbol genealógico que conecta a toda la humanidad con una única mujer que vivió hace 200.000 años en la actual Botsuana
Redacción
Si alguien se subiera en un púlpito para decir que todos los humanos procedemos de una primera mujer, Eva, y que esa es una verdad bíblica indiscutible, probablemente le prestaríamos poca o muy poca atención. Pero si un equipo de investigadores publicara en la prestigiosa revista científica Nature que el ADN mitocondrial demuestra que toda la humanidad actual procede de una sola mujer, seguro que nos lo tomaríamos mucho más en serio.
El asunto ni siquiera es actual. Ese famoso artículo, ADN mitocondrial y evolución humana fue publicado en 1987 y fue el primer estudio que permitió descubrir el árbol genealógico de la evolución humana. Además, llegó a esa conclusión desconcertante: todos los seres humanos procedemos de una sola mujer, que rápidamente fue bautizada como “Eva Mitocondrial”.
Dentro de todas las células del cuerpo existe un orgánulo llamado mitocondria que tiene un ADN distinto del de la propia célula. Tiene 37 genes propios y solo recibe su herencia del ADN mitocondrial de la madre. Los científicos secuenciaron ese ADN en individuos de todo el mundo, analizaron sus mutaciones, y llegaron a la conclusión universalmente aceptada de que el ADN mitocondrial original procede de un único individuo, una mujer. El estudio de las mutaciones genéticas que ha ido sufriendo ese ADN mitocondrial también ha servido para conocer las migraciones humanas a lo largo de la historia.
Muchos estudios han intentado situar a esa primera mujer en el tiempo y en el mapa. Y por lo que se sabe hasta ahora, vivió en el sur de África, en lo que ahora es Botsuana, hace unos 200.000 años. El problema es que las primeras evidencias de Homo sapiens se remontan 300.000 años, por lo que antes de esa mujer hubo otras muchas mujeres. ¿Cómo se entiende esto?


La única explicación científica es que todas las mujeres con un ADN mitocondrial diferente vieron interrumpida la transmisión de sus genes porque solo generaron varones o no tuvieron descendencia en algún momento de la historia. Parece algo difícil de entender, pero la teoría de la deriva genética explica que en poblaciones pequeñas de cualquier especie con distintas versiones de una secuencia de ADN, las versiones menos frecuentes tienden a desaparecer y la mayoritaria termina fijándose en el 100% de la población después de una serie de generaciones. Eso es algo que se produce de forma aleatoria, sin tener en cuenta la selección natural, mutaciones o cualquier otro factor externo, que también influyen en decidir la secuencia dominante.Noticias relacionadas
Para rizar más el rizo, los cromosomas ‘Y’ se heredan por vía paterna, por lo que usando la misma técnica que con el ADN mitocondrial se han hecho estudios para llegar a un primer hombre original, que ha sido bautizado como “Adán Cromosónico”. Muchos estudios observan una discrepancia de 50.000 años entre la antigüedad del cromosoma ‘Y’ original y el del ADN mitocondrial, pero algunos otros los sitúan en un tiempo similar. Adán y Eva, o como sea que se llamaran, sí que pudieron vivir en fechas similares y en lugares relativamente próximos. Se conocieran o no, son los padres de todos los humanos que pisan hoy el planeta… aunque vivieran rodeados de muchos otros hombres y mujeres como ellos.
Fuente: AS