Un monumento en Ciudad del Cabo recuerda a los soldados con 1.700 tallas de madera cuidadosamente elaboradas y alineadas en fila
Redacción
Un nuevo monumento en Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, conmemora a casi 2000 caídos que sirvieron en África durante la Primera Guerra Mundial, entre 1914 y 1918, quienes no tienen tumbas conocidas y, por ser negros, nunca fueron recordados en los relatos oficiales de la historia.
Fue una ceremonia solemne en un día brillante y soleado en el extremo sur de África, en los jardines de la compañía de Ciudad del Cabo, entre las esculturas de madera que destacan sobre el césped. Las 1700 tallas de madera cuidadosamente elaboradas están alineadas en fila. Estas estructuras representan un nuevo monumento de la Comisión de Tumbas de Guerra de la Commonwealth (CWGC, en inglés), que honra la contribución de cientos de trabajadores militares negros sudafricanos de la Primera Guerra Mundial.
A pesar de ser hijos de África, cientos de soldados que sirvieron roles no combativos entre 1914 y 1918 no fueron reconocidos durante décadas. Ahora, más de 100 años después, un monumento rinde homenaje a los sudafricanos negros que lucharon en África.
Las estructuras de madera marrón están hechas con iroko, una madera dura africana, y talladas intrincadamente con los nombres y fechas de fallecimiento de los soldados caídos. Estas estructuras son una dedicatoria para preservar los legados individuales y representan un recordatorio impactante de los sacrificios hechos por estos soldados. El monumento marca un paso significativo para recordar su memoria.
El memorial se encuentra en el corazón de los Jardines de la Compañía de la ciudad, que en 1652 eran el principal huerto de vegetales de la entonces Empresa Holandesa de las Indias Orientales al establecerse en el Cabo.
El memorial fue inaugurado por la presidenta de la Comisión de Tumbas de Guerra de la Commonwealth, la princesa Ana de Inglaterra, en Ciudad del Cabo.
PASADO DIFÍCIL
Ante una audiencia que incluía a varios funcionarios sudafricanos y de la Commonwealth, estudiantes y familiares de los soldados que perecieron, destacó que el monumento es un recordatorio de un «pasado compartido pero difícil». Cerca de 1,7 millones de hombres y mujeres de los países de la Commonwealth, que fueron colonias británicas, perdieron la vida en las dos guerras mundiales. “Demuestra que trabajando juntos podemos marcar la diferencia. Hemos venido a rendirles homenaje y a reconocerlos. Su legado merece ser recordado”, expresó la princesa.
La princesa, hermana del rey Carlos III, añadió que el memorial es un recordatorio del “costo humano de los conflictos”. “Honramos el pasado y espero que este monumento sirva no solo como un recuerdo, sino como un faro de unidad”, dijo.
Hemos venido a rendirles homenaje y a reconocerlos
ANA DE INGLATERRA
Este memorial también es un homenaje a las contribuciones, largamente ignoradas, de los trabajadores militares negros de Sudáfrica durante la Primera Guerra Mundial, quienes participaron valientemente en el esfuerzo bélico. Además, representa un reconocimiento crucial a los sacrificios de estos soldados, a menudo pasados por alto en los relatos históricos.
Zweletu Hlakula, familia de uno de los soldados caídos, fue uno de los cuatro familiares que asistieron a la ceremonia. Es originario de la ciudad de Port St. Johns, en la provincia del Cabo Oriental y bisnieto de Job Hlakula, un soldado caído. El bisabuelo de Zwelethu formó parte del Cuerpo de Trabajo durante la Primera Guerra Mundial. Zwelethu comentó que se siente orgulloso de que su bisabuelo esté siendo recordado y expresó: “Incluso nos regocijamos al hablar de Job; es un orgullo que llevamos en nuestro nombre, que él sea recordado, que forme parte de la historia de nuestra Sudáfrica; eso nos hace sentir muy humildes”.
Fuente: ipsnoticias.net