Científicos crean COF-999, un material sintético comparable con los sistemas naturales
Redacción
En la lucha contra el cambio climático, la tecnología se presenta como una herramienta para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Con el aumento de las temperaturas y el impacto que esto tiene en el medioambiente, se han propuesto diversas estrategias para mitigar este problema.
Una de las soluciones más interesantes que ha emergido en los últimos años es la captura y almacenamiento de dióxido de carbono (CO₂), que promete tener un enorme potencial para combatir esta crisis. Sin embargo, la eficiencia de estos métodos siempre ha estado bajo escrutinio. Los esfuerzos como la plantación masiva de árboles, aunque son efectivos en términos de absorción, enfrentan desafíos significativos.
Por un lado, no pueden escalarse rápidamente para satisfacer la demanda inmediata de reducción de emisiones. Por el otro, su adaptación a entornos urbanos es limitada, lo que dificulta su implementación en ciudades donde el espacio es escaso y las necesidades son urgentes.
Esto ha llevado a los científicos a explorar materiales sintéticos que puedan capturar carbono con una eficiencia comparable a la de los sistemas naturales. Uno de los desarrollos más prometedores es el COF-999. Un material que, según Nature, ofrece ventajas que podrían cambiar el panorama.
Se trata de un material sintético diseñado específicamente para absorber dióxido de carbono del aire. Su estructura cristalina porosa permite que se una al CO₂ de manera eficiente, capturándolo en grandes cantidades.
Es capaz de absorber aproximadamente 20 kilogramos de carbono al año con solo 200 gramos de COF-999, lo que equivale a la cantidad que un árbol promedio puede capturar en el mismo periodo. Esto representa una eficiencia notable que podría ayudar a abordar la crisis climática.
Su funcionamiento se basa en su composición química y su estructura, ya que está revestido con grupos amina, que son compuestos químicos que se unen al CO₂ de manera efectiva.
Cuando el COF-999 se expone al aire, los grupos amina se enlazan químicamente al dióxido de carbono, capturándolo y evitando que este gas perjudicial permanezca en la atmósfera.
Además, una de las características más destacadas es su reutilización. Cuando el material se calienta a 60 grados Celsius, libera el CO₂ que ha capturado. Este gas puede ser almacenado o reutilizado en diversas aplicaciones, como la producción de combustibles sintéticos.
La capacidad del COF-999 para absorber y liberar el dióxido de carbono de forma controlada y su alta eficiencia lo posicionan como una solución ideal para reducir las emisiones en áreas donde las soluciones naturales no son prácticas.
Fuente: Computer Hoy