Redacción
Un equipo de investigadores ha identificado lo que podría ser una puerta interestelar en dirección a Próxima Centauri, abriendo la posibilidad de una red de túneles cósmicos que conecta diferentes áreas de la Vía Láctea. Estos hallazgos provienen de la observación de la llamada Burbuja Local Caliente (LHB, por sus siglas en inglés), una vasta región en la que el material interestelar es menos denso pero emite una fuerte radiación de rayos X.
Los investigadores creen que esta burbuja, formada hace unos 14 millones de años por explosiones de supernovas, podría contener “pasadizos” interestelares que permiten el tránsito entre zonas alejadas de la galaxia. En estos pasadizos, el gas caliente se mueve a través de regiones de menor resistencia, formando rutas que, según muestran modelos 3D, se dirigen hacia los polos de la galaxia.
Gracias al telescopio eROSITA, en una misión conjunta entre Alemania y Rusia, se han logrado detalles sin precedentes sobre la LHB y otras burbujas similares. Ubicado en el punto L2 de Lagrange, este telescopio captura imágenes sin interferencias terrestres, lo que permite identificar posibles túneles de gas caliente entre burbujas espaciales. El investigador Michael Freyberg destaca que la burbuja local parece expandirse hacia los polos galácticos y estar interconectada con otras burbujas, lo que sugiere la presencia de una red de “puertas” cósmicas.
No es la primera vez que se observan túneles cósmicos: en 1991, se descubrió una estructura similar en la constelación de Canis Major, extendiéndose hacia la estrella Mirzam, a más de 500 años luz de distancia. Esto indica que tales “puertas” podrían ser comunes en la Vía Láctea, permitiendo el movimiento del gas caliente en las regiones menos densas del espacio interestelar.
El descubrimiento ofrece una perspectiva renovada sobre las estructuras del espacio interestelar, resaltando cómo las supernovas y el viento estelar de jóvenes estrellas han moldeado rutas que, hipotéticamente, podrían representar pasajes hacia otras estrellas. Aunque se requiere más investigación para entender plenamente el alcance de esta “puerta” interestelar, los científicos no descartan que estas redes de burbujas algún día puedan revelar caminos directos hacia estrellas cercanas como Próxima Centauri.
Fuente: HuffPost