Redacción
En la pequeña localidad de Le Broc, situada cerca de Niza, en los Alpes Marítimos, el ayuntamiento haimplementado un sistema de calefacción ecológico y económico. Desde hace casi una década, edificios municipales como la guardería, la mediateca y otros centros públicos son calentados mediante un innovador sistema que utiliza huesos de aceituna como combustible.
El proceso comienza en el molino comunal, donde los residentes llevan sus cosechas de aceitunas para extraer aceite. Después de lavar, triturar y amasar las aceitunas, se separa la pulpa del hueso. Los huesos, conocidos como granzas, se procesan y convierten en pequeños fragmentos que pueden ser utilizados como combustible en calderas especializadas. Esto evita que los huesos terminen como desecho, dándoles un valor adicional como fuente de energía renovable.
El sistema de calefacción implementado en 2011 utiliza una caldera capaz de generar entre 52,8 y 180 kW de potencia, lo que es suficiente para calentar varios edificios municipales, incluyendo una guardería
con capacidad para 25 niños, una mediateca y una sala de fiestas que puede albergar hasta 200 personas.
Ventajas económicas y ambientales
El uso de huesos de aceituna como fuente de energía ha generado un importante ahorro económico para el municipio. Se estima que, cada año, el ayuntamiento de Broc ahorra entre 3.000 y 5.000 euros al no tener que comprar pellets de madera ni contratar servicios externos para la gestión de los huesos de aceituna. A su vez, el ahorro total se ha incrementado a cerca de 9.000 euros anuales desde la implementación de la caldera.
Además, este enfoque contribuye a la sostenibilidad ambiental, al convertir lo que antes era un residuo en un recurso útil. El municipio produce alrededor de 35 toneladas de huesos de aceituna al año, suficientes para cubrir las necesidades de calefacción de los edificios municipales, cuyo consumo se estima en 27 toneladas anuales. El resto de los desechos de aceituna, como la pulpa, también se reutilizan como fertilizante natural para los propios olivos de la región, cerrando así el ciclo de sostenibilidad.
Impacto en la comunidad y futuro
El éxito de este proyecto ha generado interés en replicar el modelo en otras localidades y en abrir la posibilidad de ofrecer el excedente de granzas a particulares como alternativa a los pellets de madera.
Esta opción se está volviendo más atractiva, especialmente debido al aumento en los costos de los pellets y la creciente demanda de soluciones de calefacción sostenibles. Aunque por el momento el
municipio de Broc no comercializa este excedente, no se descarta que en el futuro cercano se pueda convertir en una opción viable para los residentes de la región.
Un modelo replicable en otros contextos
El caso de Le Broc es un ejemplo de cómo se puede combinar ecología y economía en la gestión energética a nivel local. El éxito de esta iniciativa ha demostrado que es posible aprovechar recursos
locales de manera sostenible, reduciendo costos y minimizando el impacto ambiental. Este sistema no solo contribuye a la autosuficiencia energética de la localidad, sino que también genera conciencia sobre
la importancia de reutilizar los recursos y optar por alternativas renovables.
Municipios con características similares, especialmente en áreas con producción de aceite de oliva, podrían adoptar este modelo para reducir su dependencia de combustibles fósiles y promover prácticas
más sostenibles. La reutilización de desechos como los huesos de aceituna no solo representa un ahorro económico, sino también una forma innovadora de gestionar los residuos, apoyando la transición hacia
un modelo energético más limpio.
El uso de huesos de aceituna como combustible en Le Broc ha marcado un hito en la gestión sostenible de recursos locales, demostrando que las soluciones ecológicas pueden ser también económicamente
viables. Este enfoque tiene el potencial de inspirar a otras comunidades y fomentar el desarrollo de alternativas renovables que beneficien tanto al medio ambiente como a la economía local.
Fuente: Ecoinventos