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    El proyecto de restauración ambiental más grande del mundo

    El embalse Los Everglades de Florida se extenderá en 4.090 hectáreas

    Redacción

    En febrero de 2023, una gran excavadora inició la construcción de un proyecto multimillonario que lleva décadas en desarrollo: construir un embalse del tamaño de la isla de Manhattan.

    La represa, que forma parte de una restauración histórica del ecosistema de los Everglades, tiene como objetivo ayudar a brindar un suministro seguro y a largo plazo de agua potable a los residentes de Florida.

    “Es el proyecto más importante para almacenar, limpiar y enviar agua desde el lago Okeechobee para nutrir los Everglades y suministrar agua potable a millones de personas en el sur de Florida”, asegura Meenakshi Chabba, científica especializada en ecosistemas en la Fundación Everglades, una de las organizaciones sin fines de lucro que abogó por el proyecto.

    Además de proteger el agua potable de los habitantes del sur de Florida, el embalse también busca reducir drásticamente las descargas de agua con algas que en el pasado provocaron el cierre de playas y la muerte masiva de peces.

    Más grande que Manhattan y Staten Island juntos, el embalse se extenderá en 4.090 hectáreas. Además, tendrá un área de tratamiento de aguas pluviales de 2.630 hectáreas.

    Podrá almacenar 295,2 mil millones de litros de agua, suficiente para llenar 118.000 piscinas olímpicas.

    El Plan Integral de Restauración de los Everglades, valorado en miles de millones de dólares, fue aprobado por el Congreso de EE.UU. en el año 2000 e incluye 68 proyectos de infraestructura en toda Florida.

    La Fundación Everglades le dijo a la BBC que el plan de restauración es el “proyecto de restauración ambiental más grande” del mundo.

    Los Everglades proporcionan agua potable a uno de cada tres floridanos. El ecosistema recarga el suministro de agua para todo el sur de Florida, una población que se acerca a los 9 millones de personas.

    La principal fuente de agua potable del sur de Florida proviene del agua subterránea almacenada en acuíferos, principalmente el de Biscayne, que se repone en los Everglades.

    El suministro de agua del estado se ha visto sometido a una inmensa presión debido al rápido crecimiento demográfico.

    Everglades de Florida. Foto: REVILO82

    En el condado de Miami-Dade, el más poblado de Florida, el acuífero Biscayne es la principal fuente de agua potable. Debido al aumento del nivel del mar, es vulnerable a la intrusión de agua salada, lo que amenaza con contaminar el suministro de agua.

    Para proteger su agua potable, el condado está restaurando los sistemas de canales e instalando estructuras de control de salinidad: compuertas que ayudan a separar el agua dulce del agua salada.

    También se están restaurando los bosques de manglares, porque ayudan a frenar el movimiento del agua salada a través de los canales, manteniendo el agua fresca detrás de las compuertas.

    Assefa Melesse, profesora del Instituto de Medio Ambiente de la Universidad Internacional de Florida, dice que el embalse puede beneficiar el suministro de agua potable directa e indirectamente, además de reducir potencialmente la presión sobre otras fuentes de agua durante los períodos secos.

    Cuando se trata de salvaguardar el suministro de agua potable de Florida, la intrusión de agua salada es un problema mayor que la reposición de aguas subterráneas, dice Barry Rosen, profesor de ecología y medio ambiente en la Universidad de la Costa del Golfo de Florida, especializada en floraciones de algas.

    El embalse está diseñado para mover agua limpia hacia el sur para nutrir los Everglades, explican las autoridades del Distrito de Administración del Agua del Sur de la Florida, además de reducir la proliferación de algas y reponer los acuíferos de Florida, de donde se extrae el agua potable.

    Florida recibe alrededor de 130 centímetros de lluvia al año. Alrededor de 97 centímetros se evaporan o se escurren de la tierra hacia las aguas superficiales (lagos, ríos y arroyos), lo cual deja en promedio 33 centímetros para recargar los acuíferos.

    Everglades. Foto: ILSEN

    A petición del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos, las Academias Nacionales, un colectivo independiente de científicos, han proporcionado evaluaciones independientes del proyecto desde 2004.

    En la última evaluación, la novena que se lleva a cabo, los científicos señalaron que, aunque el proyecto avanzaba a un “ritmo notable”, había “sustancialmente menos almacenamiento [de agua] de lo previsto originalmente” en lo que respecta al sistema del lago Okeechobee.

    Las tormentas, las sequías y las dificultades de gestionar sistemas naturales de tratamiento de agua son tan importantes que dificultan el cumplimiento de estos objetivos, apunta Stephanie Johnson, oficial superior de programas de las Academias Nacionales.

    Los vertidos agrícolas han sido un problema importante en el estado. Un informe de 2022 señala que Florida tenía los lagos más contaminados del país.

    Más del 70% del nitrato que se encuentra en los manantiales naturales del estado, que son una fuente importante de agua dulce, proviene de vertidos agrícolas, que incluyen fertilizantes y desechos animales.

    En 2020, el gobernador Ron DeSantis firmó la Ley de Vías Fluviales Limpias, una normativa que busca mejorar la calidad del agua en toda Florida. Aunque los grupos ambientalistas criticaron el proyecto de ley por no ir lo suficientemente lejos, la legislación exige inspecciones de granjas y ranchos cada dos años.

    El Cuerpo de Ingenieros del Ejército es responsable de gestionar las descargas y envía el agua a las costas en cualquier dirección: al océano Atlántico y a la costa del Golfo.

    Cuando el agua contaminada llega al océano abierto, las algas aparecen también en estos ecosistemas marinos.

    Un estudio reveló que la descarga del lago Okeechobee se relacionaba con la proliferación de mareas rojas en la costa del Golfo.

    Parte de la razón por la que no se puede enviar agua al sur, a los Everglades, es porque todas las áreas actuales de tratamiento de aguas pluviales al sur del lago Okeechobee están a plena capacidad, limpiando las aguas residuales de la industria azucarera, explica Chabba.

    “Esto subraya la necesidad crítica de construir el embalse de la EAA y su área de tratamiento de aguas pluviales, para que podamos tener la capacidad de retener y limpiar esta agua cuando los niveles del lago sean demasiado altos”.

    A principios de este año, se enviaron hasta 224.000 galones de agua por minuto desde el lago a la laguna Lake Worth del condado de Palm Beach, después de que las lluvias de El Niño elevaran el lago 5 metros sobre el nivel del mar.

    En la década de 1940, los Everglades quedaron aislados de su principal fuente de agua dulce: el lago Okeechobee. Alrededor de 600.000 hectáreas, aproximadamente la mitad de los Everglades, fueron talados y drenados para destinar terrenos para la construcción y el ecosistema quedó devastado.

    Aunque el embalse aún está en construcción y no estará terminado hasta 2029, ya se han implementado soluciones más pequeñas, como levantar caminos y crear puentes para que el agua fluya libremente por debajo.

    Atardecer en Florida. Everglades.

    “Los Everglades son un ecosistema único y complejo que no se encuentra en ningún otro lugar del mundo y es crucial para la vida en Florida”, advierte Schultz.

    “La restauración de los Everglades es uno de los proyectos de restauración hidrológica más ambiciosos jamás emprendidos y restablecerá el flujo natural de agua limpia hacia el sur, donde más se necesita”.

    Un ejemplo que ya está en marcha es la elevación de secciones del Tamiami Trail, una carretera de 457 kilómetros que atraviesa los Everglades. Se han levantado alrededor de 10,5 kilómetros de sendero y se instaló un puente de 4,2 kilómetros de largo, lo que mejora el flujo de agua hacia el noreste del río Shark Slough, un área en el Parque Nacional Everglades.

    “El proyecto ha construido muros subterráneos verticales en diferentes lugares para garantizar que las comunidades cercanas no se inunden”, explica Cheeba. “Todos estos componentes del proyecto están contribuyendo a que los Everglades recuperen su salud y nuestra salud. Las comunidades se vuelven resilientes”.

    También se han utilizado quemas prescritas en el ecosistema de los Everglades para reducir el combustible y mejorar el flujo de agua dulce. Los incendios de pasto sierra mejoran el paso del agua a través de cuencas fluviales poco profundas y pantanos al quemar pasto que impediría el flujo.

    Fuente: eluniverso