Redacción
La esperanza de vida y el envejecimiento de manera saludable en los ratones están determinados por una proteína, conocida como el inmunorreceptor CD300f, que está presente en algunas células del sistema inmunológico.
Esta proteína ha sido identificada por investigadores de la Universidad de Barcelona y han visto que es decisiva para la esperanza de vida y la aparición de enfermedades del envejecimiento. Este hallazgo podría abrir puertas al conocimiento de la neurodegeneración en humanos.
Lo curioso se da cuando no está presente esta proteína en el sistema inmune de los ratones ya que tienen una esperanza de vida más corta y sufren patologías asociadas al deterioro cognitivo y el envejecimiento prematuro, sobre todo en hembras.
Hugo Peluffo, líder de este trabajo, ha explicado: “Nuestro estudio pone en evidencia que alteraciones en células del sistema inmune, por ejemplo, en los macrófagos y la microglía, pueden determinar el grado de envejecimiento saludable en ratones”.
Si se llega a comprender este inmunorreceptor CD300f y otras células mieloides del sistema inmunológico, se podría determinar por sí solo el ritmo de aparición de enfermedades vinculadas al envejecimiento. Según Peluffo, esto “ayudará a entender mejor este proceso, y contribuirá al diseño de estrategias para regular su acción, por ejemplo, “usando el inmunorreceptor CD300f como diana en biomedicina”.
Se ha descubierto la importancia de esta proteína para retrasar el envejecimiento
Además, el investigador señala que “nuestro grupo ha demostrado previamente que algunas variantes del inmunorreceptor CD300f podrían ser de utilidad como biomarcadores en pacientes”.
De esta proteína ya se sabía que modulaba la inflamación y el metabolismo celular y ahora se han descubierto las primeras pruebas de su importancia en procesos vinculados con el envejecimiento y la senescencia.
El líder del trabajo ha detallado: “En particular, hemos descubierto que en los ratones que no tenían el inmunorreceptor CD300f surgieron de manera prematura algunas patologías asociadas al envejecimiento (déficits cognitivos, descoordinación motora, tumores, etc.), e incluso afectaciones en distintos órganos como el cerebro, el hígado o los pulmones. Además, también se evidenció un importante efecto más destacado en las hembras, que fueron las más afectadas”.
Se seguirá estudiando enfocándose en el envejecimiento cerebral y ver la relación entre el envejecimiento y el Alzheimer.
Fuente: El economista