Se trata de una nueva técnica que permite llevar a cabo el proceso en muy pocas horas y además prescindir de materiales clásicos como el acero o el hormigón
Redacción
Hemos visto como se pueden crear casas usando piezas de Lego e incluso como se pueden crear casas con hormigón que se inflan. Y ahora llega un nuevo giro de tuerca a la hora de crear edificaciones con una nueva técnica que permite levantarlas en horas. Se trata de un sistema que se basa en el uso del papel y el cartón a la hora de fabricar casas. Una técnica que permite llevar a cabo el proceso en muy pocas horas y además prescindir de materiales clásicos como el acero o el hormigón.
Cuando se trata de encontrar alternativas más respetuosas con el medio ambiente, la fabricación de casas es un punto en el que hemos visto distintas propuestas. A la hora de encontrar sistemas y procesos de fabricación que sean eficientes, replicables a gran escala, fáciles de aplicar… esta puede tener gran impacto.
El ideólogo ha sido el japonés Shigeru Ban, ganador del Premio Pritzker en 2014 y Premio Princesa de Asturias de la Concordia en 2022. Un ingeniero que tuvo un primer contacto tras el terremoto de 2011 en la región de Tōhoku en Japón. Para intentar ayudar, el equipo creó refugios temporales a partir de tubos de cartón y papel. Antes ya había hecho algo parecido en 1995 con el terremoto de Kobe.
Lo cierto es que esta técnica, es versátil y permite que se utilice como aislante para el suelo, paredes o como biombos de separación durante la noche. Y ahora, en Corea del Sur, se puede ver una evolución de esta técnica en el Seoul Design Award 2023.
Estas casas de rápida construcción se han aplicado sobre todo a la hora de ayudar a los damnificados por desastres de todo tipo, ya sean naturales como los terremotos antes mencionados, como por conflictos bélicos, como el genocidio de Ruanda o la actual guerra de Ucrania.
La ventaja de este tipo de construcciones que prescinden del hormigón o el cemento, es la rapidez a la hora de construirlas en momentos en los que el tiempo apremia. Casas que apuestan por materiales fáciles de obtener y baratos.
En este modelo por ejemplo, los cimientos están asentados sobre cajas de cerveza rellenas de arena. Son la base para levantar paredes con paneles de madera y columnas de tubos de cartón situados cada 1,2 metros. Estos mismos tubos son los encargados de dar forma al tejado, que además se puede recubrir con una lona de PVC o plástico para aislar de lluvia y humedades. Es una cubierta practicable que se puede levantar en verano para ventilar y cubrirse en invierno para proteger del frío. Y para la entrada de luz, ventanales en los paneles de las paredes y el techo.
En el caso de las casas creadas para los terremotos, cada cabaña tenía 16 m² y el precio de fabricarla era de unos 1.800 euros. Además, se trata de construcciones que se adaptan a cada entorno.
Una técnica que, dejando de lago los inconvenientes que presenta, sobre todo una durabilidad limitada, permiten aprovechar la sostenibilidad, pues el cartón es un material reciclable y biodegradable, lo que lo convierte en una opción ecológica si se gestionan de manera adecuada sus fuentes y desechos. Puede ser una alternativa a materiales de construcción más convencionales que tienen un mayor impacto ambiental.
Además, el cartón, cuando se combina con otros materiales, puede proporcionar propiedades de aislamiento térmico. Esto ayuda a mantener una temperatura confortable en el interior de la vivienda y reducir los costos de calefacción y refrigeración.
Eso por no hablar de ligereza, pues el cartón es un material liviano en comparación con muchos otros materiales de construcción, lo que facilita el transporte y la manipulación de los componentes de la vivienda durante la construcción. Algo que repercute en la facilidad de fabricación. El cartón se puede cortar y dar forma con relativa facilidad, lo que podría acelerar el proceso de construcción y reducir los costos laborales.
Construcciones que no siempre son efímeras y ahí están algunas edificaciones que a día de hoy aún están en pie. Es el caso de la catedral de cartón de Christchurch, en Nueva Zelanda, la iglesia de papel de Kobe, que se levantó en 1995 junto al resto del campamento o la sala de conciertos en la región italiana de L’Aquila.
Desarrollos similares
Es un ejemplo, puesto que hay empresas como la francesa Bat’IPAC, que apuestan por el cartón alveolar, también conocido como cartón nido de abeja. Un tipo de material compuesto que recibe el nombre por su estructura interna que se asemeja a una serie de pequeñas celdas hexagonales interconectadas, similar a un panal de abejas. Estas celdas forman una estructura ligera pero resistente que proporciona varias ventajas, como resistencia, ligereza y aislamiento.Así funcionan las bombas de calor para aerotermia que sustituirán a las calderas en nuestras casas.
El cartón alveolar se fabrica mediante un proceso de pegado de hojas de papel o cartón juntas en forma de nido de abeja dando como resultado un material rígido y resistente a la compresión y a golpes, con una capacidad para reducir más de 44 decibelios el ruido exterior y con mejor resistencia a los cambios de temperatura, siendo capaz de mantener temperaturas interiores estables de 24,5 ºC. Todo esto es lo que lo hace adecuado para una variedad de aplicaciones. Y de hecho, con esta técnica se ha levantado una casa en 3 días.
Fuente: Xataca