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    Reconstruyen el abdomen con músculos del muslo y la espalda

    El Hospital de Sant Pau de Barcelona ha realizado cuatro intervenciones con esta técnica

    Redacción

    El Hospital de Sant Pau de Barcelona ha logrado por primera vez en el mundo resolver este problema con una nueva técnica reconstructiva que reduce los riesgos postoperatorios y optimiza la recuperación de los pacientes que se someten a esta intervención.

    El centro barcelonés utiliza colgajos microquirúrgicos, una porción de piel sana. Es decir, se extrae al paciente un musculo de otra parte de su cuerpo que no necesita y se coloca en la zona intervenida para que recupere la funcionalidad del original.

    Para ello, el centro barcelonés utiliza colgajos microquirúrgicos, una porción de piel sana. Es decir, se extrae al paciente un musculo de otra parte de su cuerpo que no necesita y se coloca en la zona intervenida para que recupere la funcionalidad del original. El nuevo músculo no sólo reemplaza la pared muscular lesionada o resecada, sino que adicionalmente es capaz de contraerse y tener una función exactamente igual a la del músculo original al cabo del tiempo una vez culminada la reinervación.

    Cirugía. Foto: ANNA SHVETS

    Un equipo multidisciplinar integrado por distintos servicios del hospital: Cirugía Plástica, Cirugía General, Anestesiología, Enfermería, ha realizado ya cinco intervenciones con esta técnica.

    Con ello, no sólo pacientes paliativos son candidatos a cirugía curativa, sino que se obtiene un aumento de la supervivencia global y la recuperación de la calidad de vida normal.

    Incluso en algunos pacientes es imposible diferenciar si el músculo es original o se ha sustituido

    Este tipo de cirugías, refiriéndonos a los pacientes oncológicos, son largas, pudiendo durar hasta 12 horas, y los expertos explican que son tres etapas bien diferenciadas. La primera es la preparación del campo quirúrgico previa a la intervención, donde los cirujanos plásticos identifican los vasos donantes y receptores mediante distintas técnicas de imagen.

    La segunda fase consiste en la resección del sarcoma según los márgenes quirúrgicos oncológicos indicados en cada paciente. Los cirujanos también preparan los vasos sanguíneos receptores del nuevo músculo y ponen una malla sintética que «cubre los órganos internos».

    Quirófano. Foto: ANNA SHVETS

    La tercera parte es la restauración de la estructura y función de la pared abdominal, que consiste en restituir el músculo eliminado en la resección del tumor por otro procedente de otra zona del cuerpo.

    Tras la intervención, los pacientes deben hacer reposo para que el nuevo músculo no se mueva y no se deshagan las conexiones quirúrgicas del músculo transferido. El alta hospitalaria suele ser al cabo de 15 días si todo evoluciona correctamente. A partir de aquí, las indicaciones de los cirujanos pasan por no hacer ejercicio durante al menos un mes y medio y por llevar una faja durante tres o seis meses para contener el abdomen y que no haya distensión, iniciando movilidad y ejercicio de forma progresiva.

    Fuente: abc