La actriz Ángela Molina, a sus 67 años, es la protagonista de la campaña de la nueva colección de Zara, el gigante textial que da un paso más contra la discriminación por razón de edad
Redacción
Ángela Molina (Madrid, 67 años) es la protagonista de la nueva campaña de Zara. La actriz, que ganó el Goya de honor en 2021, es la imagen de Thirteen Pieces, una colección con prendas minimalistas, atemporales, en tonos neutros y que destila elegancia y sofisticación. Las fotografías de campaña son en blanco y negro y en ellas aparece relajada y con la melena suelta y canosa.
Escogiendo como modelo a la veterana intérprete la filial de Inditex planta cara a todas luces al edadismo, que está firmemente imbricado en el ADN de la moda casi desde el principio de los tiempos (y que ha sido espoleado durante años por Zara y otras muchas firmas).
La artista, que se ganó el respeto nacional e internacional gracias a trabajos como Carne trémula, Las cosas del querer o Blancanieves, está consideraba una de las mujeres más elegantes de España y un símbolo del envejecimiento natural y sin artificios. En una entrevista en S Moda, Molina hizo referencia a lo poco que le interesaba la cirugía estética. «Eso no es belleza. Lo veo como un imposible. No me interesa. ¿A ti te gustaría ver a tu abuela con cara de pez? Pues eso», aseguró.
La presentación de Ángela Molina como imagen de Zara es una apuesta más del gigante textil por la diversidad en todas sus formas. Con la elección de una mujer de 67 años como modelo la compañía gallega da un paso hacia la lucha contra el edadismo, es decir, la discriminación de las personas mayores por cuestión de edad.
El Ministerio de Sanidad ha lanzado una campaña de concienciación sobre el edadismo en nuestro país. «El edadismo forma parte de nuestra comprensión del propio envejecimiento, nuestras relaciones intergeneracionales y perpetua conceptos estereotipados de las personas mayores limitando nuestra comprensión de la diversidad existente en la vejez y transformándose en una actitud común en nuestras relaciones familiares, personales y nuestras prácticas profesionales, con consecuencias tanto en las personas mayores como en la sociedad», explican. Y añaden: «El edadismo fue un término acuñado por Robert Butler en la década de los 60 para referirse a los estereotipos y prejuicios existentes en relación a la edad. Las investigaciones sugieren que la discriminación por motivos de edad puede ser ahora incluso más generalizada que el sexismo y el racismo y tiene graves consecuencias».
Desde el Gobierno de España también se dan consejos básicos para luchar contra esta forma de discriminación: comprender el envejecimiento como una etapa más de la vida y contrarrestar los conceptos negativos y estereotipados con el reconocimiento de la diversidad en la vejez. Los cambios debidos a la edad deben ser siempre objeto de respeto. Además, abogan por «la participación informada de las personas mayores en la toma de decisiones, especialmente en aquellas en las que están implicadas».
Fuente: El País
