Redacción
A unos doce kilómetros al noreste del centro de Santo Domingo hay un pulmón natural de 1,9 km², el Parque Mirador Manantiales del Cachón de la Rubia, reserva natural en los humedales del río Ozama que cuenta entre su flora nativa con miles de plantas de manglar, una gran defensa ante el cambio climático.
El mangle, la especie que da nombre a este ecosistema, es un árbol leñoso que vive semisurmergido y es especialmente abundante en países americanos y asiáticos, aunque también en algunos africanos y oceánicos, de hábitat tropical e intramareal.
Estas plantas son un nexo entre mar y tierra, según las define la directora general de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Audrey Azoulay, en una carta publicada con motivo del Día Internacional de Conservación del Ecosistema de Manglares, el 26 de julio.
El ecosistema de manglares es una valiosa herramienta para mitigar los efectos del cambio climático, ya que tiene la particularidad de absorber el dióxido de carbono y fijarlo en sus raíces, lo que se conoce como sumidero de carbono o carbono azul, y también constituye una forma de defensa natural frente a las tempestades marinas y los huracanes, protegiendo las costas en las que crece.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) indicó que estos ecosistemas son percibidos como zonas sucias o muertas que podrían talarse. Sin embargo, esto afecta a las especies de plantas y animales que dependen de estos.
A diferencia de la Unesco, la Alianza Mundial de los Manglares (GMA) señaló en un informe anual que la pérdida de manglares se ralentizó en el 2022, en comparación con 2021. Pese a esto se señaló que la tala y modificación de costas por parte de seres humanos representan la causa de más de la mitad de las pérdidas.
Uno de los países con la mayor presencia de manglares es Indonesia.
En el caso de Ecuador, el Ministerio de Ambiente indicó que el 99% de los manglares se distribuyen en Estuario Cayapas Mataje, Estuario del Río Muisne, Estuario del Río Chone, Golfo de Guayaquil y Archipiélago de Jambelí.
Fuentes: eluniverso / swissinfo