Lo dirigen Santiago Rosero, periodista y cocinero y Estefanía Gómez, especialista en desarrollo
Redacción
Un proyecto sociogastronómico llamado Idónea, dirigido por Santiago Rosero, un periodista y cocinero amante de la gastronomía, y Estefanía Gómez, especialista en desarrollo; lucha contra el desperdicio de alimentos.
Rescatan verduras y frutas desechadas de mercados y granjas de Quito y otras ciudades de Ecuador, y luego preparan menús vegetarianos, que ofrecen al público en general a precios razonables y de forma gratuita a las personas necesitadas.
Las raíces de Idoneá se remontan a París, donde Rosero había sido voluntario en el Freegan Pony, un restaurante sin fines de lucro que lucha contra el desperdicio de alimentos, en su doble condición de periodista y cocinero.
“Empecé a construir una historia desde dentro, pero también a interesarme por el gran tema que dio forma a toda la experiencia, que es el desperdicio de alimentos, que era algo que desconocía. Me interesé mucho y me comprometí fácilmente con ese tema. Me pareció crucial no sólo para el mundo de la gastronomía, sino para el mundo social en general, y para toda la práctica de la regeneración medioambiental.”
Cuando Rosero regresó a Ecuador en 2017 dice que ya tenía claro cómo armar un proyecto basado en esos principios. Para entonces, le habían hablado de una ecuatoriana que estudiaba en Holanda, llamada Estefanía Gómez, que también estudiaba temas de desarrollo.
“Rápidamente, Estefanía se convirtió en mi socia en la creación del proyecto, y a finales de 2018, comenzamos”.
Los lugares donde se establece Idónea cambian con regularidad; pero a menudo son restaurantes de amigos, donde organizan eventos que combinan la gastronomía y la formación.
“Esto que estamos haciendo es bastante fácil de replicar. Es una cuestión de voluntad y determinación, de compromiso; y ese compromiso no es muy difícil de adquirir una vez que se entiende el problema.”
La recogida de los ingredientes, las tareas de cocina, servicio y limpieza son posibles gracias a un equipo de voluntarios, mientras que la visión gastronómica queda en manos de los chefs de los restaurantes anfitriones, que aportan sus estilos y conceptos.
Uno de los principios fundamentales de Idónea, es que es elemental, y no muy rebuscado, dice Rosero: “si rescatamos comida y hay gente a quien le falta comida, le vamos a compartir comida. Básico, ¿no? Entonces también les invitamos a que se lleven, lo que está fresco ahí, para que puedan cocinar en sus casas.”
Idónea se está preparando para escalar su impacto: “Estamos solicitando nuevos fondos que tienen que ver con el drástico problema de la desnutrición infantil crónica. Estamos tratando de armar un programa multidisciplinario que involucre a nutricionistas, gente que haga sistemas de agua portátiles y accesibles en comunidades remotas y también la construcción de sistemas que puedan ayudar a lograr estas cosas”, explica Rosero.
Fuente: http://es.euronews.com/