Redacción
Una compañía afirma haber desarrollado un nuevo molino de viento que revolucionará la producción de energía eólica mundial, pasando de los 16 megavatios de la turbina más grande del mundo a una potencia máxima de 40 megavatios por unidad. Si es cierto, será una máquina ingeniosa y formidable, aunque ahora mismo ofrece tantas incógnitas técnicas como promesas.
La compañía se llama World Wide Wind, una ‘startup’ basada en Noruega, un país que ha apostado fuerte por su parque eólico marino gracias a las condiciones ofrecidas por el Mar del Norte. El estado noruego ha fijado su objetivo de producción en los 30.000 megavatios para 2040 y el interés empresarial por la energía eólica es tan enorme que hay lista de espera para probar nuevas tecnologías en su costa.
En vez de usar un modelo horizontal convencional — HAWT or ‘turbinas de viento de eje horizontal’ en sus siglas en inglés — su nuevo diseño es de eje vertical (VAWT). Aunque el concepto de las turbinas de eje vertical no es nuevo, la arquitectura de esta máquina es radicalmente diferente a lo que estamos acostumbrados en este tipo de diseño. Según sus creadores, es esta nueva estructura la que hace que esta turbina sea mucho más potente y escalable que otras soluciones.
Como explican en esta entrevista para Recharge — una publicación especializada en la industria energética — el diseño emplea dos rotores coaxiales o contrarrotatorias montados en un eje vertical.
Cada rotor tiene tres palas barren una zona cónica invertida gracias a su forma en V, que hace recordar los brazos de un árbol mecánico. La turbina superior está conectada a un eje interior que hace las veces de rotor en el generador eléctrico. La turbina inferior hace de estátor, la parte del generador que contiene las bobinas y que se mantiene estática en la mayoría de los generadores. En este caso, el estátor se mueve al lado contrario del rotor, doblando la velocidad relativa de los ejes y, por tanto, la capacidad de generación eléctrica del sistema.
El generador no está en la parte superior del mástil, como el de una turbina HAWT convencional, sino en la base, junto al lastre y el resto de componentes del sistema. Su peso contribuye a la estabilidad del sistema, garantizando que la torre no vuelque por mucho que el océano se encabrite, según sus ingenieros. Este diseño, aseguran, también lo hace más resistente a las vibraciones y posibles roturas que los sistemas HAWT.
Fuente: El Confidencial