Redacción
Una prometedora combinación de fármacos ha logrado frenar el crecimiento tumoral en un puñado de pacientes que ya no tenían más opciones de tratamiento. Aunque el ensayo clínico incluyó poca gente, sus resultados abren una puerta de esperanza en aquellos cánceres que han continuado progresando tras varias líneas de terapia.
Se trata de la combinación de una inmunoterapia ya conocida y un agente hipometilante experimental. En el tratamiento farmacológico del cáncer, la quimioterapia destruye tanto células cancerígenas como sanas, mientras que los anticuerpos monoclonales (el grupo que ha logrado un mayor avance en lo que va de siglo XXI) atacan a las células que sobreexpresan una proteína concreta.
La inmunoterapia también es específica pero su estrategia es distinta. Se basa en que una gran parte de los tumores que aparecen en el cuerpo son atacados y destruidos por el propio sistema inmune ante de que supongan un problema. Cuando logran desarrollarse es porque las células tumorales han conseguido no ser reconocidas como una amenaza.
Fuente: El Español