Los huertos elevados en las residencias de mayores favorecen la actividad medioambiental en este colectivo
Redacción
Un inclusivo y amoroso proyecto para que la jardinería sea accesible para todos, con huertas elevadas, fáciles de alcanzar y amigables para vencer algunas limitaciones que pueden derivarse de la edad.
Los huertos elevados en las residencias de mayores favorecen la actividad medioambiental en este colectivo. Esta clase de iniciativas pretenden mejorar la calidad de vida de las personas, mediante la lucha contra el aislamiento y el encierro fomentando las salidas a los espacios exteriores, potenciando las capacidades personales para favorecer la autonomía y la autorrealización, al tiempo que crea espacios de trabajo que rompan la rutina y estimulen la ilusión y la inclusión.
Este tipo de jardinería que despierta los cinco sentidos es apreciado por sus beneficios como la estimulación sensorial (vista, oído, olfato, tacto y gusto), el incremento o mantenimiento de la memorización (casos de Alzheimer o enfermedades afines).
Son programas de trabajo adaptados a personas mayores, a personas con movilidad reducida o con problemas de espalda sin necesidad de grandes espacios.
EXCELENTE EJEMPLO DE INCLUSIÓN SOCIAL
En la residencia ‘Las Camelias’ de Móstoles (Madrid, España), el Gobierno regional ha colaborado en la instalación de un huerto terapéutico para que los mayores trabajen de manera amena en una actividad medioambiental. «Crear hábitos saludables y comportamientos ambientales mediante actividades familiares y atractivas es el objetivo del proyecto de instalación de estos huertos de ocio elevados en residencias de la tercera edad impulsado por la Comunidad de Madrid junto con la Obra Social ‘la Caixa’», destacan los responsables de la residencia.
Fuente: inspimundo.com