Por haber alcanzado la excelencia en su profesión sin dejar atrás a quienes más la necesitan
Redacción
Ha auxiliado a víctimas de crisis humanitarias en países como Filipinas, India, Italia, Japón, Ruanda y Sri Lanka, para darles refugio con construcciones provisionales hechas de cilindros de cartónEl japonés Shigeru Ban (Tokio, 1957), que ha alcanzado lo más alto de la arquitectura con obras icónicas y fue galardonado con el Pritzker (el ‘Nobel’ de Arquitectura) en 2014, acaba de alzarse con el Premio Princesa de Asturias de la Concordia 2022 por haber alcanzado la excelencia en su profesión sin dejar atrás a quienes más la necesitan.
El jurado reunido en Oviedo la semana pasada ha elegido la candidatura de este referente internacional de la arquitectura humanitaria que ha auxiliado a víctimas de crisis humanitarias en países como Filipinas, India, Italia, Japón, Ruanda y Sri Lanka, para darles refugio con construcciones provisionales.
Y lo hace con los materiales que son la seña de identidad de su trabajo: papel o cilindros de cartón que, tras recibir un tratamiento con poliuretano, convierte en una sólida base para levantar refugios o viviendas temporales con un coste mínimo.
En el terremoto que asoló Puerto Príncipe en 2010, por ejemplo, contó con la ayuda de unos 25 estudiantes de la vecina República Dominicana, a los que formó en su pionera «arquitectura de papel».
Pero la de Puerto Príncipe no fue su primera experiencia en lugares devastados: en 1994, tras conocer las míseras condiciones de los desplazados en Ruanda, Shigeru Ban llamó a las puertas de la ACNUR (la Agencia de la ONU para los Refugiados) en Ginebra para ofrecerse como consultor. Así comenzó en 1995 en el país africano su trabajo para dar techo a los más necesitados construyendo refugios y viviendas extraordinarias con materiales ordinarios, principalmente cartón.
Kobe (Japón) tras el gran terremoto de 1995, Turquía en 1999, la India en 2001, Sumatra en 2004, Sichuan (China) en 2008 o L’Aquila (Italia) en 2009 fueron otros lugares a los que el japonés ha llevado su innovadora arquitectura solidaria.
UNA “PEQUEÑA CIUDAD”
Ban se movilizó nuevamente tras el terremoto y el tsunami de Japón de 2011. Para auxiliar a los damnificados, construyó una «pequeña ciudad», cerca de Ishinomaki, hecha con contenedores. Y, cuatro años más tarde, puso en marcha un proyecto para reconstruir hogares para las víctimas del seísmo de Nepal. Allí, las estructuras de las casas, ideadas para construirse de una manera rápida y fácil, fueron de madera y ladrillo, d manera que los nepalíes pudieron reconvertirlas en escuelas.
Y es que para Shigeru Ban la arquitectura debe contribuir a mejorar la sociedad por más que muchos arquitectos trabajen para «enseñar el poder y el dinero de la gente privilegiada a través de sus construcciones». “Quiero vincular el premio a la reconstrucción de Ucrania”, afirma el galardonado, de fama internacional por crear espacios urgentes en zonas de desastres”, añadíó.
Fuente: es.noticias.yahoo.com y www.hoy.es