La organización Músicos por la Salud mejora la estancia en hospitales, residencias y otros centros sociosanitarios ofreciendo conciertos
Sol Rincón Borobia / NoticiasPositivas.press
Que la música es altamente beneficiosa para las personas enfermas es algo que está más que comprobado. De hecho, la Organización Mundial de la Salud recomienda a los gobiernos emplearla en la sanidad pública como parte de la atención sanitaria. En España esta práctica corre a cargo de asociaciones que se dedican a dar conciertos para levantar el ánimo de quienes lo más necesitan.
Una de estas organizaciones es Músicos por la Salud, que con ocho músicos en nómina se dedica a recorrer hospitales, residencias, centros de discapacidad y otros lugares sociosanitarios de Valencia, Madrid, Valladolid y Barcelona.
Elena Macías es una de las profesionales que trabaja para Músicos por la Salud. Con su voz y su guitarra da conciertos a pacientes ingresados en hospitales y a otras personas que son usuarias de centros sociosanitarios. “Empecé como voluntaria y, más tarde, cuando la organización consiguió una subvención, me contrató a mí y al resto de compañeros”.
Su trabajo no solo requiere habilidades musicales, sino también sociales, sobre todo empatía. “Hay que tener en cuenta que cuando damos un concierto a una persona enferma, por ejemplo en la Unidad de Cuidados Intensivos de los hospitales o en Oncología, se tocan muchas sensibilidades. Yo he llorado mucho al terminar un concierto, no es fácil”.
Aún así, ellos dan “el 200% de nosotros mismos”, asegura. Historias, tiene muchas. Por ejemplo, cuando fue a un centro de personas alcohólicas; “había un hombre que era tan adicto que iba a la farmacia a comprar alcohol de 96 grados y no paraba de beber. Cuando fui a cantar allí, él me seguía por todos los sitios del centro en los que me paraba a dar conciertos y uno de los sanitarios me dijo que era la primera vez que ese hombre había pasado 40 minutos sin beber nada, que es el tiempo que estuve cantando”.
Otra situación emotiva le ocurrió a su compañera Katia Márquez. “Había una persona en el hospital a la que le había dado un ictus. Antes de eso se había decidido al fin a cambiar de sexo y, justo cuando iba a dar este paso tan importante en su vida, le dio el ictus. Cayó en una depresión y no hablaba. Katia fue al hospital a dar el concierto para ella y una de las canciones que cantó fue Mujer contra mujer, de Mecano. Entonces, esa persona empezó a llorar y a cantar, y comenzó a hablar”.
Esos ratos de acompañamiento, la ONG logra levantar el ánimo de los enfermos y la música les sirve de evasión y de alegría
Elena recuerda especialmente la historia que vivió con un chico de 17 años al que le tenían que transplantar el corazón. “Me pidió que cantara para su madre Corazón partido, de Alejandro Sanz, ya que a ella le encantaba y quería animarla. Al escucharla, su madre se vino arriba y comenzó a cantar también. Él la grabó y todo porque nunca la había visto así en la vida. Desgraciadamente, él no superó la operación. Pero ese momento que pasaron juntos madre e hijo…”.
A pesar de momentos tan duros como este, Elena asegura que “los músicos nos llevamos una satisfacción muy grande a casa porque ayudamos a personas dándoles momentos de felicidad. No solo les cantamos, sino que luego siempre estamos con ellos un ratito, conversamos… ellos se sienten protagonistas. Esos ratos de acompañamiento hacen que se les levante el ánimo y les sirven de evasión y alegría”.
Músicos por la Salud también hizo lo que pudo durante el confinamiento que provocó la crisis sanitaria el año pasado. “Desde la primera semana hicimos conciertos online y enviábamos conciertos grabados”.
Esta organización conoce tan bien cómo repercute la música en la salud, que ahora está emprendiendo una recogida de firmas para que el Gobierno de España introduzca la música en directo en la sanidad pública, tal y como recomienda la Organización Nacional de la Salud. Sólo hay que ir a su página web y firmar.
La iniciativa, que también busca dar trabajo a músicos de todas partes de España, está respaldada por asociaciones como la Asociación de artistas intérpretes o ejecutantes de la música (AIE); la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE); la Entidad de gestión de derechos de propiedad intelectual (AGEDI); y la Federación de música de España ‘Es Música’.
Músicos por la Salud es una fundación que nació en 2015. Tiene presencia en 44 hospitales y 176 centros sociosanitarios —como residencias de mayores, centros especializados en alzheimer y deterioro cognitivo y asociaciones de síndrome de Down—. Además, también realizan conciertos de forma telemática en más de 1200 centros.